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El INE revela que toda la creación de empleo se debe al ‘efecto verano’

El Gobierno asume que sin contar con el impacto de la temporada estival en el segundo trimestre también se destruyeron puestos de trabajo

Manuel V. Gómez
el país

Los cerca de 150.000 puestos de trabajo creados entre abril y junio se deben única y exclusivamente a la temporada alta del turismo y a las campañas agrícolas en marcha. Cuando la estadística se limpia de los efectos estacionales que provoca el calendario, los datos se dan la vuelta y la creación de empleo se torna en destrucción. En concreto, la caída fue de un 0,29%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El pasado jueves, cuando se publicó la encuesta de población activa (EPA) el Gobierno, y más concretamente los ministros de Economía, Luis de Guindos, y Empleo, Fátima Báñez, pusieron especial énfasis en subrayar que se creaba empleo incluso cuando se descuenta de la estadística las distorsiones que suelen provocar las contrataciones causadas por la temporada turística o las campañas agrícolas estivales. “Han sido necesarios 20 trimestres consecutivos, es decir, cinco años para que la economía española pueda crear empleo neto en términos desestacionalizados”, celebró Guindos en su comparecencia en el Congreso de los Diputados.

Economía: “La variación es mínima y se debe los distintos métodos”

El ministro se apoyaba, y así lo explicó, en los números de su departamento que cifraban el incremento desestacionalizado en 13.100 puestos de trabajo. Así figuraba el pasado jueves en la base de datos de la web del ministerio, poco después de que el INE difundiera la EPA a las nueve de la mañana, hora habitual en que este organismo difunde sus datos. En cambio, entre el viernes y el sábado Economía rectificó, hizo suya la del instituto estadístico y sustituyó una por otra en su página web.

“Una vez que el INE ha decidido publicar la serie desestacionalizada de ocupación y paro esta será la referencia a efectos de información pública, ya que es el INE quien elabora la EPA. Las variaciones en cualquier caso son mínimas y únicamente responden a los distintos métodos utilizados, igualmente válidos para el análisis de los datos”, explican en Economía, donde argumentan que sus datos de paro desestacionalizados son peores que los del INE.

La costumbre del INE hasta el comienzo de este año era la de no publicar los datos de la EPA de forma desestacionalizada. Explica el instituto en uno de los manuales de su web que no lo hacía —excepto con algunas estadísticas como la contabilidad nacional o el índice de producción industrial— para evitar polémicas por la fórmula utilizada que puedan perjudicar a la credibilidad de sus datos. No obstante, son muchos los analistas que reclaman los datos limpios del polvo y la paja del calendario. Es la mejor forma, explican los expertos, de conocer las verdaderas tendencias de la actividad económica.

El descenso del paro sí es el primero corregido de estacionalidad

Atendiendo a estos argumentos, el INE ha cambiado este año su costumbre respecto a la EPA y publica en una nota aparte los datos desestacionalizados de variación porcentual de un trimestre a otro del empleo y del paro y lo hace al mismo tiempo que el resto de datos. No lo hace en el comunicado oficial, que tiene un enlace a esta nota. Es decir, a las nueve de la mañana del jueves ya se podían consultar estos datos que, en principio, pasaron inadvertidos.

La diferencia entre los datos que da el INE y los que da Economía es de casi cuatro décimas y se debe, según el ministerio, a que la metodología para desestacionalizar —nombre técnico de esta operación— de su departamento estadístico y del INE son distintas. Explican los analistas consultados que a la hora de pulir la estadística de los efectos del calendario, la Semana Santa es uno de los periodos del año que presentan más problemas y que dan pie a las mayores diferencias entre cálculos hechos por diferentes estadísticos. En este año, la Semana Santa y la de Pascua cayeron justo en los últimos días de marzo y primeros de abril, aunque los mismos analistas matizan que las diferencias suelen verse en las semanas previas, que es cuando los empresarios contratan.

La diferencia entre un dato y otro es de apenas cuatro décimas, pero en esta ocasión marcan la frontera entre la creación o la destrucción de puestos de trabajo. Con ello, la evolución trimestral del empleo no es la mejor desde que arrancó la crisis, sino la cuarta mejor. En cambio, el descenso del paro sí es el primero corregido de efecto estacional.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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