La OCDE quiere lograr antes de dos años que las multinacionales tributen más
El organismo se plantea conseguir antes de dos años que las grandes corporaciones no eludan pagar impuestos
“Algunas multinacionales usan estrategias que les permiten pagar solo un 5% en el impuesto de sociedades, mientras las empresas más pequeñas están pagando hasta un 30%”. No es que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se acabe de caer del guindo que deshojan desde hace años académicos, periodistas, altos funcionarios y ONG o las propias cuentas de las grandes compañías. El valor del informe que publicó este martes el club que integra a 34 países industrializados, incluido España, no está en sus conclusiones, sino en que debería ser el punto de arranque de una reforma fiscal internacional para que las multinacionales paguen más por sus beneficios.
“Una multinacional es capaz de reducir el pago de impuestos de forma legal porque la arquitectura fiscal internacional está totalmente desfasada”, reconoció en París el director de política fiscal de la OCDE, Pascal Saint Amans, informa Reuters. El club de países avanzados plantea intensificar el debate sobre como limitar el impacto de estas prácticas en los próximos meses. El objetivo es forjar nuevas normas internacionales para ser incorporadas por los Gobiernos antes de dos años.
El estudio elaborado por la OCDE es algo más que un brindis al sol. Recoge el encargo del G-20, el grupo de países ricos y emergentes, para frenar la “erosión de las bases tributarias” derivada de la “planificación fiscal agresiva de grandes empresas”. La presión de varios Gobiernos europeos, que aplican impopulares recortes de gasto y subidas de impuestos, mientras multinacionales como Google, Starbucks o Amazon apenas aportan dinero a sus arcas, catapultó este asunto a prioridad del G-20 en la cumbre de Los Cabos (México), en junio de 2012.
Encargo del G-20
El calendario que plantea la OCDE es ambicioso. Pretende que su comité de Asuntos Fiscales elabore un Plan de Acción antes de junio, en el que “se hará una cuantificación de los impuestos perdidos por estas prácticas y se plantearán plazos y medidas para integrar el sistema fiscal global”. En paralelo, se discutirán esas propuestas con los representantes de los países emergentes en el Foro de Administración Tributaria. El objetivo es que la próxima cumbre del G-20, en San Petersburgo (Rusia) valide el plan el próximo mes de septiembre.
Las multinacionales se aprovechan de los acuerdos de doble imposición en los que se fundamentan las relaciones fiscales internacionales para desplazar de forma artificial (al calor de legislaciones nacionales diseñadas para atraer capitales) ingresos a países con muy baja tributación, un viaje enrevesado entre filiales cuya última estación suele ser un paraíso fiscal. “Necesitamos normas internacionales que sorteen las convenciones bilaterales. Si hay apoyo político para ir en esa dirección, no debería llevar más de dos años”, concluyó Sant Amans.
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