Vivimos en un universo paralelo
Acabo de leer en su web la absolución del señor Camps y lo primero que se me ocurre es -sentimiento de irritación aparte- que España ha entrado en un universo paralelo como el de la serie Fringe, con situaciones, lugares y personajes similares pero, al mismo tiempo, diferentes. Si en un universo casi todos los partidos acosaban al PSOE por su gestión y sus medidas, en este hay como una losa de silencio que sepulta todas las medidas del PP. Si en un lado las medidas se estimaban atroces para las capas populares, en el otro tienen estas que aceptar resignadamente el dogma de la austeridad que solo se aplica a ellas. Si en uno hay evidencias suficientes como para condenar a ciertos personajes pero se les deja libres, más allá se enjuicia a otro con supercherías y trapicheos. Si en uno todo eran ocurrencias y descoordinación, en este se trabaja, se gobierna, está todo claro y se sabe qué hay que hacer. Allí se hacía todo mal, aquí se hace lo que se puede porque los de allí han contaminado todo. Si allá, a la mínima, había que acudir a un Parlamento a dar explicaciones, acá se puede uno esconder, enviar emisarios a medios extranjeros, comunicar iniciativas a los medios afines antes que al resto de partidos y gobernar olvidando que hay millones de ciudadanos que no los han elegido... ¿Cómo volveremos de ese universo paralelo? Todavía no lo sé, ayer finalicé el último episodio de la segunda temporada de la serie y el misterio sigue irresuelto.
