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Un soldado de EE UU no irá a prisión por una matanza en Irak

La matanza de 24 civiles en la localidad iraquí de Haditha en 2004 se ha saldado con siete exonerados y un único culpable por negligencia en el deber, que ni siquiera irá a prisión. El sargento Frank Wuterich, de 31 años, aceptó declararse culpable el lunes, con la condición de que se retirara un cargo de homicidio. La pena recomendada el martes por el juez militar es la degradación de rango a soldado raso.

En marzo de 2005, una bomba explotó en Haditha al paso de un destacamento del Tercer Batallón del Primer Regimiento del Marine Corps. Un soldado murió y otros dos fueron heridos graves. Diversas investigaciones militares han demostrado que Wuterich enfureció y ordenó a sus hombres atacar sin dejar rehenes.

Los marines ejecutaron a un hombre y cuatro adolescentes, a los que hicieron salir de un taxi. Luego lanzaron granadas y abrieron fuego contra los inquilinos de varias casas cercanas, aniquilando a hombres, mujeres y niños. En principio, el Marine Corps dijo que los civiles muertos eran insurgentes. Diversos testigos, sin embargo, ofrecieron pruebas que revelaban que no había sido así.

A pesar de que sus acciones provocaron la muerte de 24 inocentes, el sargento Wuterich ha evitado más condena que la de pasar a ser soldado raso. Otros casos de delitos militares no se han saldado con tanta permisividad para con los soldados. El exanalista de inteligencia Bradley Manning se enfrenta en su consejo de guerra a una cadena perpetua por haber filtrado 700.000 cables secretos al portal Wikileaks.

A Hassan Akbar, de 40 años, el Pentágono lo llevó a juicio y un tribunal militar lo condenó a muerte por la ejecución con una granada de dos compañeros de filas en 2003 en Camp Pennsylvania, en Kuwait. A la pena de muerte se enfrenta también Nidal Hasan, de 41 años, que en 2009 abrió fuego en Fort Hood y aniquiló a 13 soldados de EE UU. En el homicidio de al menos tres civiles a manos de un escuadrón de la muerte en Afganistán, en 2009, sí hubo condenas. La más grave, contra el líder de ese grupo que salía a la caza de civiles y les amputaba trofeos humanos, es de cadena perpetua.

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