Euskadi y Aquitania constituyen una eurorregión tras 22 años de relaciones

El entonces lehendakari, José Antonio Ardanza, acudió en octubre de 1989 en visita oficial a Burdeos para suscribir con el entonces presidente del Consejo Regional de Aquitania, Jean Tavernier, un acuerdo de colaboración entre ambas regiones. Aquella firma fue el germen de la constitución de la eurorre-gión Aquitania-Euskadi como un ente jurídico con reconocimiento internacional. Más de dos décadas después, el máximo representante del Gobierno vasco, Patxi López, y su homólogo aquitano, Alain Rousset, sellarán el próximo lunes en la sede de Lehendakaritza en Vitoria la creación de este nueva institución transfronteriza. La eurorregión vascofrancesa estará regida por una asamblea de 20 miembros -10 por cada lado-, tendrá sede en Hendaya y estará presidida los dos primeros años por Rousset. Su composición está abierta a la incorporación de "territorios vecinos".

La sede estará en Hendaya y la presidencia rotará cada dos años

El Ejecutivo vasco informó ayer de que el lehendakari y el presidente aquitano estamparán sus firmas en el convenio y los estatutos de la Agrupación Europea de Cooperación Territorial (AECT) Aquitania-Euskadi, la figura jurídica del Derecho comunitario bajo la que crea la eurorregión. Con la ceremonia del lunes "el naciente espacio transfronterizo se aproxima al núcleo de los debates y la dinámica decisoria del proceso de integración europea", aseguró el Ejecutivo en un comunicado.

La constitución de este órgano supranacional tomó un impulso definitivo tras la celebración en noviembre de 2009 de una cumbre en Burdeos. En esa cita, López y Rousset trazaron la hoja de ruta para adaptar la eurorregión al ordenamiento europeo. Tras meses de reuniones técnicas entre ambas delegaciones, en septiembre pasado los Gobiernos español y francés dieron su visto bueno a la agrupación transfronteriza.

Desde que Ardanza y Tavernier pusieron la primera piedra de la eurorregión en 1989 -aún no habían desaparecido las aduanas intracomunitarias-, se han sucedido varios intentos de cristalizar un acuerdo formal entre Euskadi y Aquitania. Un año antes de esa cita interregional ya se habían sentado las bases para crear la eurociudad Bayona-San Sebastián. Más tarde vino la constitución del Consorcio Transfronterizo Bidasoa-Txingudi (Hondarribia-Irún-Hendaya) y el protocolo suscrito por Juan José Ibarretxe cuando era lehendakari con Rousset para crear una conferencia eurorregional, sin personalidad jurídica.

Finalmente, el proyecto transfronterizo toma carta de naturaleza como una agrupación europea al estilo de las que existen en Pirineos-Mediterráneo (agrupa a Aragón, Cataluña, Baleares, Languedoc-Roussillon y Midi Pyrénées); Galicia-Norte de Portugal o Duero-Douro (entre Salamanca, Zamora y varios territorios portugueses). Aquitania-Euskadi, que congrega a 5,5 millones de habitantes, aspira a "facilitar la movilidad y las relaciones entre los ciudadanos y agentes de ambos lados", así como influir en los órganos de decisión europeos.

La estructura orgánica de la eurorregión vascofrancesa la conformarán la asamblea general, una comisión ejecutiva de seis miembros y una unidad administrativa dirigida por Marc Moulin, hasta ahora director adjunto del Gabinete del presidente de Aquitania. La presidencia rotará cada dos años. Las principales áreas de trabajo serán las relacionadas como las infraestructuras de transporte y comunicaciones y el medio ambiente.