Muere un supuesto delincuente herido por policías de Getafe

David P. F., de 28 años, el supuesto delincuente que resultó herido muy grave el lunes por los disparos efectuados por policías locales de Getafe (169.130 habitantes), murió ayer al mediodía a consecuencia de una bala que se le alojó en el cerebro. Fuentes de la investigación confirmaron que el tiro mortal le alcanzó en la parte posterior de la cabeza. Mientras, los agentes que dispararon a los dos presuntos criminales que iban en un coche robado siguen trabajando en sus puestos respectivos, según informó una portavoz del Ayuntamiento getafense.

El tiroteo -en el que también fue herido un presunto compinche del fallecido- se produjo a las 11.15 en la calle de Vara del Rey (Arganzuela). Según la versión municipal, un agente fuera de servicio dio la voz de alarma al informar de que había presenciado un intento de secuestro exprés en la calle del Ruiseñor, en el barrio de La Alhóndiga, cuya víctima habría sido introducida a la fuerza en un Citroën C-3 blanco robado en el que viajaban los dos presuntos delincuentes. Al menos cuatro coches patrulla les siguieron durante 14 kilómetros hasta que les interceptaron en la capital. Según la versión de los agentes que les cortaron el paso, el conductor intentó atropellarles, por lo que abrieron fuego.

A los investigadores no les consta que se produjera un intento de secuestro

Efectuaron al menos 15 disparos.Una bala alcanzó a David P. F. en la parte occipital y se le quedó alojada dentro del cerebro fragmentada. Ello hacía casi imposible que pudiera ser intervenido con el fin de extraerle el proyectil. Alrededor de las doce de la mañana de ayer, David murió. Su historial policial sumaba una treintena de detenciones por diversos delitos, en especial robos.

El otro presunto delincuente herido, Roberto García Castillo, de 28 años, evolucionaba ayer favorablemente. Recibió un tiro en la zona temporal de la cabeza, que le hizo perder mucha sangre. Tras permanecer un día en observación, fue trasladado a una habitación de planta en el hospital Gregorio Marañón, donde permanece ingresado con custodia policial por estar acusado del robo del coche que conducía en la persecución, y de atentado contra agente de la autoridad. También está acusado del robo en enero de una furgoneta en Parla, cuyo conductor murió de un infarto.

Las primeras pesquisas de los agentes de Homicidios de la Policía Nacional ponen en duda la versión facilitada por los policías locales de que intentaban evitar un secuestro exprés, fruto de un ajuste de cuentas entre bandas. Según las investigaciones, los funcionarios que intervinieron en la persecución desde Getafe no perdieron de vista en ningún momento el Citroën C-3. Esto hace inviable por tanto que el posible secuestrado pudiera escapar o saltar durante la marcha sin que se percataran de ello los policías. Hasta el momento, los investigadores no tienen constancia de que se produjera ese intento de rapto: ninguna comisaría ha recibido denuncia alguna por el supuesto secuestro.

Fuentes policiales destacan además, que "afortunadamente" no había víctima que viajara en los asientos posteriores o en el maletero del C-3. Este habría muerto en el tiroteo, ya que la parte posterior del turismo, donde solo se hallaron herramientas y maquinaria de obras, recibió una decena de disparos. Los agentes de Homicidios también están investigando el momento en que la Policía Local avisó al 091 para informar de que sus agentes perseguían un coche robado y que entraban en la capital. Los especialistas de Balística están a la espera de que hoy se haga la autopsia a David y se pueda recuperar la bala que le causó la muerte. Ello permitirá determinar el autor del mortal disparo.

Una portavoz del Ayuntamiento de Getafe confirmó ayer que los policías que intervinieron en el tiroteo siguen prestando servicio sin novedad tras declarar ante la Policía Nacional, que, de momento, no ha detectado ninguna irregularidad en su actuación. El Consistorio tampoco tiene previsto abrir ningún procedimiento administrativo -ni siquiera de carácter informativo- para esclarecer los hechos. Los agentes ingresaron en 2006, pertenecen a las Brigadas Especiales de Seguridad de la Comunidad de Madrid -Bescam, policías locales a sueldo del Gobierno regional- y hasta ahora no se habían visto implicados en ningún incidente.