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Tribuna:LA CAMPAÑA DESDE EL 15-M
Tribuna
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Somos legión

Unas palabras acerca de Anonymous y lo que significa en tanto que paradigma político. Estos hacktivistas irrumpieron con fuerza en la misma primavera en la que conocimos a dos de sus aliados, Wikileaks y las plazas indignadas. Hasta entonces sólo sabíamos de Anonymous por su enfrentamiento con la Iglesia de la Cienciología. Como la policía ha demostrado, comprender su funcionamiento no es sencillo, sin embargo no tiene secretos. La red carece de cúpulas, sus integrantes cambian continuamente, sus operaciones se deciden de una manera informal y sus comunicados -grabados siempre con sintetizador de voz- parecen no proceder nunca del mismo sitio.

Lejos de resultar algo inusual, es una buena imagen de las mutaciones actuales en los modos de organización, comunicación y acción social. Esta es nuestra tesis número cuatro: la forma de la política antagonista es en sí parte de su programa de cambio; y esta forma, el enjambre de los cualquiera, de las redes y los anónimos, alcanza ya dimensiones planetarias.

La política de las redes ha trastocado las ya de por sí frágiles estabilidades geopolíticas

Tal vez sorprenda que más del 50% de los tunecinos tengan perfil en Facebook. A menudo asimilamos al "primer mundo" con la vanguardia y el avance tecnológico. Ahora se habla mucho de flash mobs y las protestas organizadas a través de la telefonía móvil. Pero tres años antes del supuestamente pionero "pásalo" tras los atentados de Madrid y las mentiras de Aznar en el 2004, en Filipinas el Peoples Power II ya había empleado tal tecnología para crear un movimiento formalmente similar al #15M y capaz de derrocar a un tirano. Con la bajada de la blogosfera y las redes sociales a la Casbah y Tahrir parece que comenzamos a abrir los ojos.

Mohamed Bouazizi, el joven que se inmoló precipitando los acontecimientos ulteriores, no era un resto del pasado sino un universitario activo en el ciberespacio. Pero la relevancia de Internet no se limita a su función en tanto que canal. Su importancia es también simbólica: los activistas emplean su lógica de conexión para imaginar las formas organizativas en la calle, incluso para repensar la propia democracia (ahora "2.0"). Todas estas revoluciones y activismos asumen la forma de una red distribuida. Los rasgos principales de este tipo de red son la descentralización y horizontalidad y el mantener abierta en cada momento la opción de conectar cualquier punto con cualquier otro. Es por eso que la policía no puede arrestar a la cúpula, porque este cuerpo no tiene cabeza, al igual que no la tiene el cuerpo que sale en los vídeos de Anonymous.

La Primavera Árabe proliferó con estas lógicas y bajo esta forma. Sin duda la política de las redes ha trastocado las ya de por sí frágiles estabilidades geopolíticas. Por supuesto que el imaginario de lo árabe jugó un papel fundamental en el contagio de las luchas de un país a otro. Pero, los modos de vida globales y su articulación con las redes sociales pronto desbordaron los confines regionales del Magreb. Debido a nuestras semejanzas y problemas comunes, las luchas pudieron traducirse a otros contextos. No somos tan distintos de Bouazizi. Hoy en día, la misma Al Jazeera relaciona en sus portadas los movimientos de los indignados, Anonymous, las primaveras árabes, el caso griego, Islandia y #OccupyWallStreet. Resulta fascinante la rapidez del contagio y la recombinación de los distintos acontecimientos. Se han dado múltiples fenómenos de imitación creativa y aprendizaje, por ejemplo en el uso de las acampadas. Así nace la posibilidad de construir un "nosotros" inclusivo y planetario. Somos el 99%, decían en #OccupyWallStreet. Entre otras cosas, nuestros destinos están unidos por la deuda y contra la policía de las plutocracias acreedoras.

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Desde las luchas internacionales de los "largos años 60", los movimientos sociales parecían incapaces de comunicarse. Todo ello cambió al final de los 90, primero con la guerrilla que conectó Chiapas al ciberespacio, luego con el movimiento alterglobal y los Indymedia. Ahora la maraña global se multiplica con las redes sociales y los enjambres anónimos. Busca crear una unidad sin prescindir de la pluralidad. Como el demonio bíblico Legión, somos uno porque somos muchos. Suena a promesa, casi a profecía. No olvidamos. No perdonamos. Esperadnos.

Zoopolitik es un grupo de investigación política formado por los activistas Antón Fernández, Carlos Diz, Martín Cebreiro y Rosendo González.

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