La fiscalía ordena exhumar las tres primeras fosas por el robo de bebés
La decisión busca aclarar la identidad de recién nacidos en Alicante y Alcoi
Las críticas parecen haber sido escuchadas. Apenas un par de días después de que familiares de supuestos bebés robados se concentraran en toda España para exigir a fiscales y jueces que investiguen las denuncias y no las archiven sin realizar las diligencias oportunas, la fiscalía de Alicante ha decidido autorizar las primeras exhumaciones que se practicarán en la provincia. El ministerio público ordenará en breve la apertura de tres fosas -dos ubicadas en el cementerio de Alicante y la tercera en el de Alcoi- con la intención de esclarecer el paradero de tres bebés que podrían haber sido sustraídos tras su nacimiento, según denuncian sus familiares y contó ayer el periódico Información.
En Alicante se han abierto 16 diligencias por la sustracción de niños
La fiscalía de Alicante ha abierto un total de 16 diligencias por el supuesto robo de bebés en la provincia, seis de las cuales ya han sido archivadas, según han asegurado fuentes judiciales. De las 10 diligencias restantes, en tres casos se ha tomado ya la decisión de abrir las fosas de los presuntos niños robados, y quedan siete pendientes de una resolución del ministerio público. La decisión de exhumar las tres fosas ya ha sido tomada y se firmará en los próximos días, según las mismas fuentes. La lista de estas exhumaciones ordenadas por la fiscalía de Alicante podría ampliarse próximamente.
En otros puntos de España ya se ha procedido a exhumar diversas fosas para aclarar el supuesto robo de bebés y en algunos de los casos este paso ha confirmado las sospechas sobre estas desapariciones.
En el cementerio de Alicante, la fiscalía tratará de aclarar, a través del ADN si aparecieran los restos, el paradero de dos bebés: una niña nacida en el Hospital General de Alicante en 1962 y enterrada en una fosa común, cuya hermana gemela reclama ahora que se investigue su posible robo; y un niño nacido en el mismo hospital y que estaba sano, según asegura su madre. En el cementerio de Alcoi la decisión de la fiscalía intentará aclarar la desaparición de otro bebé.
En los tres casos investigados se repite la misma versión de los familiares: tras el parto los médicos informaron del fallecimiento del recién nacido sin que los familiares hayan logrado obtener a posteriori información clara y fiable sobre el fatal desenlace.
Las familias ni olvidan ni se rinden
Pocas informaciones han despertado tanta inquietud social como los robos de bebés en España entre los años cincuenta y ochenta del siglo pasado. Las primeras y tímidas denuncias iniciales fueron seguidas de un aluvión de casos boceados desde todos los rincones del país. Y la Comunidad Valenciana ha aparecido a menudo como origen o destino de estos bebés robados. "Creemos que Valencia y alrededores fue una especie de puerta de salida a otros sitios", opinaba una afectada que el pasado mes de mayo acudió al centro de cultura de Catarroja, donde se reunieron alrededor de 200 vecinos de Aragón, Murcia y de la Comunidad Valenciana para organizarse.
La Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir) estima que en la Comunidad Valenciana hay alrededor de 200 casos de niños robados, aunque la mayoría de ellos todavía no han sido denunciados. La fiscalía de Valencia, de hecho, apenas cuenta con 30 denuncias y en Alicante se han abierto 16 diligencias por este motivo procedentes de toda la provincia.
Esta semana se convocaron concentraciones en varias ciudades españolas, entre ellas Valencia y Alicante, ante la decisión de algunos fiscales de archivar masivamente los casos por falta de indicios o por prescripción de los posibles delitos. Pero los familiares de los bebés robados, convencidos de que fueron vendidos con la colaboración de quienes les atendieron en el parto, no se rinden.
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