"Llevo la comida de los niños en una fiambrera porque no nos dan beca"
El 40% de los solicitantes no tiene ayudas de comedor, según FAPA
Entre las decenas de madres (y algún que otro padre y abuelos) que se acercaron ayer a las puertas de la Consejería de Educación para protestar por haberse quedado sin beca de comedor escolar estaba Cristina Moltó acompañada de su madre, Antonia.
Cristina se ha quedado sin beca para sus hijas de 8 y 6 años. Llevaba dos años cobrando estas ayudas. Sin embargo, este año, la consejería que dirige José Ciscar ha cambiado los requisitos para acceder a la beca, de forma que se han vuelto mucho más exigentes. Si el año pasado bastaba con 13 puntos, este año se piden 17, una circunstancia que ha dejado a muchas personas con bajos ingresos sin acceder a las ayudas.
Cristina, por ejemplo, cobra 426 euros de ayuda al desempleo. Su marido no llega a 300. De ahí la importancia de contar con esta ayuda que cubre la alimentación de sus hijas y que ronda los 100 euros mensuales. La solución a haberse quedado sin la beca sería que las niñas comieran en casa en lugar del colegio, el centro público de Benimàmet. "Pero me cuesta ir al colegio dos paradas de metro, y entre que voy y vengo, no tengo tiempo para darles la comida". Por ello "ayer [por el miércoles] me llevé la fiambrera al colegio para que comieran allí".
"Soy madre soltera, estoy en paro y me he quedado sin ayudas"
Según la estimación de la Federació de Pares i Mares d'Alumnes de la Província de València (FAPA-València), unos 27.000 alumnos (casi un 40% de los solicitantes) se han quedado este año sin subvención para el comedor. Lo peor no es solo la elevada cantidad de personas que se han quedado fuera, sino que hay numerosos casos "extremadamente preocupantes", según la federación de padres y madres, "como por ejemplo familias de cuatro miembros que solo cobran el subsidio del paro". En estos momentos "son muchas las Ampa que están pidiendo asesoramiento a la federación para saber qué pueden hacer con tal de optar a la beca y no tener que hacer frente a los 100 euros que han de asumir sin las ayudas oficiales", indicaron desde FAPA.
Cristina acudió a la protesta acompañada de su madre, Antonia. Teresa Casanova es otra de las abuelas que se sumó a la protesta frente a la Consejería de Educación. Su nieto se ha quedado sin las ayudas, "y ni siquiera se ha contabilizado que su padre tiene una orden de alejamiento por maltrato".La Consejería de Educación anunció ayer que se sentará con los sindicatos para negociar el baremo por el cual se conceden las ayudas a las becas de comedor, cuya alteración respecto al año pasado está detrás de las protestas. Respecto a las críticas de las asociaciones de padres y madres de alumnos por la gente que se ha quedado sin ayudas, el departamento que dirige José Ciscar destaca que la partida que ha destinado a pagar las becas es similar a la concedida el año pasado: 33,6 millones de euros que se reparten entre 52.552 niños.
Las mismas fuentes explican que está previsto que en dos semanas se transfieran otros tres millones de euros al presupuesto de las becas para extender la subvención a familiares que se hayan quedado sin percibirla.
FAPA-Elche también se refirió al "repentino cambio de la baremación" en la concesión de las ayudas, según explicó la presidenta de la federación de esta localidad, Maire Guilabert, quien aludió al "deterioro" que sufre la enseñanza pública con medidas como esta, adoptada "sin previo aviso". Guilabert puso el ejemplo del colegio Rodolfo Tomás y Samper de El Altet, en el que el pasado curso fueron aprobadas 119 becas y en el 2011-2012 se han concedido un total de 16, o el del León Felipe, en el que las becas han pasado de 56 a 25 este curso.
Julia Diaconu fue otra de las madres que participó en la protesta frente a la sede de la Consejería de Educación en Valencia para expresar su descontento. "Soy madre soltera, tengo dos hijos, de dos y ocho años y me he quedado sin beca". Sus hijos acuden al colegio público Maestro Serrano de Mislata, donde "solo se han aprobado 12 becas y se han rechazado más de 50". Está en el paro y ha tenido que dejar un cursillo del Servef porque es de 8 a 14 horas y entre las 13 y las 15.30 tiene a los niños en casa al no poderse quedarse a comer. "La beca de comedor es la única ayuda que tenía y en enero se me acaba el paro y no tendré ningún ingreso".
Junto a ella estaba Raquel Marco, que lleva a sus hijos al colegio Cervantes de Godella y no puede atender a sus hijos a la hora de comer porque acude de 9 a 15.00 a un curso del Servef de asistencia obligatoria. "Me desahuciaron por no pagar la hipoteca, estoy en el paro, mi marido cobra 1.000 euros y se va a la calle este mes, tenemos que pagar 300 euros de alquiler, tengo tres hijos y no tenemos beca", se lamentaba. "Ni puedo pagar la comida ni llevar a los niños a casa a comer. No sé qué voy a hacer".
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