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Reportaje:

Un lavado de cara para la calle de Atocha

El Ayuntamiento prepara un plan para remozar el tramo entre Antón Martín y la glorieta de Carlos V que revitalizará también la plaza de Jacinto Benavente

Atocha es una calle mal encarada, un guirigay descuidado con demasiados coches, comercios avejentados, edificios señoriales en estado de abandono y cierto aire provinciano. Pero también es, junto a la Gran Vía y la calle de Alcalá, la arteria que comunica los dos principales polos de atracción turística de la capital: el paseo del Arte y la zona de compras del barrio de Salamanca, y el centro histórico y Madrid Río. El Ayuntamiento ha remozado en los últimos años parte de este "valioso corredor comercial, cultural y arquitectónico", 1.300 metros que unen la glorieta de Carlos V con la plaza Mayor. Y ahora se dispone a completar el lavado de cara tanto en la misma calle de Atocha como en algunas zonas aledañas.

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Intentará impulsar el comercio "de calidad" y la rehabilitación
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El Gobierno municipal elaborará para ello un plan director que, "además de actuar en las plazas de Antón Martín y Jacinto Benavente, aumentará las superficies peatonales, revitalizará las actividades comerciales, rehabilitará el patrimonio arquitectónico y mejorará el paisaje urbano", según anunció ayer el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón.

El tramo entre esas dos plazas ya ha sido remodelado: se ampliaron las aceras, se redujo la circulación de tres a dos carriles (uno de ellos, bus-taxi), y se plantaron árboles. Además, se han rehabilitado varios edificios, permitiendo la instalación en la zona de cuatro hoteles de cuatro y uno de cinco estrellas, según explicó a este periódico José Luis Infanzón, director general del área de Urbanismo.

En esa reforma ya concluida se aprovechó además para hacer "una distribución más racional del mobiliario urbano", cambiar la iluminación con farolas de pie de cuatro metros y pavimentar las aceras con granito.

El nuevo lavado de cara afectará ahora al tramo desde Antón Martín hasta la glorieta de Carlos V, a la plaza de Jacinto Benavente y a las calles de la Magdalena y Colegiata. Para ello, "se impulsará en toda esa zona el comercio de calidad", usando la normativa urbanística, el otorgamiento de licencias de apertura de locales y el control de carteles y otros elementos visuales. Además, continuará la rehabilitación del patrimonio arquitectónico.

"Son operaciones de acupuntura, de cirugía urbana, nada drástico", explicó Infanzón. Así, el plan no incluirá, previsiblemente, la peatonalización de calles o una reducción de carriles. En concreto, el tramo de la calle de Atocha de Antón Martín a la glorieta de Carlos V "se puede mejorar muchísimo" manteniendo los dos carriles de subida y de bajada; según Infanzón, podrían ampliarse aceras y cambiar el modo de aparcamiento en batería, el sentido de calles y algún giro con semáforo.

En la plaza de Jacinto Benavente se acometerá una reforma similar, en cuanto a inspiración, a la realizada en Callao, donde se trasladaron las paradas de autobús (sin eliminar ninguna); ordenando además el tráfico rodado y de entrada y salida del aparcamiento "se eliminarían las barreras arquitectónicas, racionalizando el uso sin suprimir servicios".

El plan director que prefigure estas modificaciones urbanísticas estará listo a lo largo del año que viene, aunque según explicó Infanzón algunas medidas puntuales podrían acometerse antes, y otras cuestiones normativas de mayor calado podrían retrasarse para acomodarse a la revisión del plan general urbanístico.

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