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Emakunde censura la "deficitaria" gestión económica que tuvo la Defensoría de Igualdad

La directora de Emakunde, María Silvestre, se mostró inusualmente contundente ayer en el Parlamento al explicar la situación de la Defensoría para la Igualdad de Mujeres y Hombres, organismo encargado de velar por la no discriminación sexual en el ámbito privado, que nació en 2006 y que a principios de 2010 pasó a formar parte del Instituto Vasco de la Mujer.

Silvestre compareció en la Cámara para explicar el cambio que se debe realizar para acomodar la Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres de 2005 a esta nueva situación, pero terminó haciendo una seria crítica a la ineficiencia de este organismo entre 2006 y 2009, con el anterior tripartito, y precisando que incluirlo en Emakunde, aun con un refuerzo, supone ahorrar 500.000 euros anuales.

La integración del organismo en el Instituto ahorra 500.000 euros al año

Desde la creación de la Defensoría su responsable fue Maite Erro, quien dimitió en diciembre de 2009 días después de que el propìo lehendakari, Patxi López, anunciase la pertinencia de reflexionar sobre su configuración. Erro cobraba 67.000 euros al año, precisó Emakunde.

Silvestre defendió la necesidad de que exista la Defensoría, pero rechazó la manera en que se configuró bajo el mandato del PNV. Destacó que existían "claros solapamientos" entre sus funciones y las de Emakunde y que se produjeron muchas contrataciones externas -por 857.000 euros en total- para realizar tareas como redactar las resoluciones, algo que podía haber realizado la propia entidad. Hubo una "gestión deficitaria de dinero público", sintetizó.

Silvestre detalló que muchas personas acudían al Instituto de la Mujer para presentar sus quejas, que tenían que ser derivadas a la Defensoría. Tras su integración en Emakunde el año pasado eso ya no ocurre y se han eliminado gastos como el de la asesoría de comunicación de la Defensoría -con un coste total de 108.000 euros- o la redacción de informes y estudios -233.000 euros-. Emakunde dispone de estos mismos servicios.

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La Defensoría, tal y como funcionó hasta 2010, recibió un tirón de orejas más, ya que en el pasado fue el blanco de muchas críticas debido a su escasa actividad. En 2009, registró sus mejores cifras: 169 expedientes abiertos, que Silvestre atribuyó a una "campaña de publicidad de 338.000 euros". En 2010, ya adscrita a Emakunde, se contabilizaron 89 expedientes, menos que el año anterior, pero más que los 67 de 2008.

La Ley de Igualdad recoge la creación de un organismo de defensa en el ámbito privado y de la Defensoría como un ente independiente. La reforma legal supondría modificar por decreto estos aspectos, que en la práctica ya se dan desde enero de 2010. Silvestre aseguró que este órgano de defensa tenía una naturaleza "extraña": mientras debía ser concebido como un ente autónomo de la Administración, el nombramiento de su responsable dependía del lehendakari y su presupuesto, de Emakunde.

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