El riesgo de ser central
Los volantes reciclados funcionan mejor en el Barcelona que los fichajes
Puyol y Piqué se miraron con complicidad y resignación en Montecarlo. El Barcelona había ganado la Supercopa de Europa sin sus dos centrales internacionales. Puyol, que fue operado a final de la temporada pasada de una rotura del ligamento lateral externo de la rodilla derecha, todavía no ha reaparecido y Piqué causó baja por una rotura fibrilar en el gemelo derecho sufrida antes de viajar a Mónaco. Abidal y Mascherano ocuparon el viernes sus plazas. Nada sorprendente si se tiene en cuenta que ya se alinearon en la ida de la Supercopa de España, en el Bernabéu.
Didier Deschamps convenció en su día a Pep Guardiola de que Abidal podía jugar tan bien de lateral como de central mientras que Mascherano, que ejerció de volante central y de lateral derecho en el Liverpool, se ganó el sitio el curso pasado con sorprendente facilidad. "Al principio, no me desenvolvía con naturalidad porque tenía que pensarlo todo. Nada me salía de forma automática como en el centro del campo", afirmó; "pero me voy adaptando porque es más fácil en un equipo tan ordenado y táctico".
Mascherano, rápido en la cobertura, la mejor alternativa a Piqué-Puyol
Técnicos y jugadores anteponen los retos del juego al número de títulos
Mascherano ha funcionado tan bien como en su día Touré y ahora mismo compite con ventaja respecto a Busquets o, como sucedió ante el Oporto, ambos pueden mezclar en el área de Valdés. Los tres son mediocentros que retrasaron su posición por necesidades del equipo. No es una situación nueva, sino que también se ha dado en el filial con jugadores como Fontàs, ahora ya en el plantel profesional. El Barça es un equipo experto en reciclar a los volantes como centrales, tanto que prefiere utilizar la versatilidad de sus centrocampistas o recurrir al filial (Bartra y Sergi Gómez) a fichar zagueros, sobre todo tras las experiencias fallidas con jugadores como Henrique, Martín Cáceres o Chigrinski.
A pesar de la presión mediática, el club se ha mantenido firme en su decisión de no fichar a ningún central incluso después de la salida de Milito. Ha negociado, por contra, la incorporación de un lateral como José Ángel, que al final recaló en el Roma. Pretendía el Barça que alternara sus actuaciones con el filial y no hubo acuerdo, lo que que sí pasó con el extremo Kike Femenía.
El juego del equipo azulgrana es especialmente complejo, difícil de descifrar, sobre todo para los futbolistas que no han sido formados en el club y no se han ejercitado en el juego de posición. Volantes como Touré y Mascherano, sin embargo, supieron leerlo muy bien, hasta el punto de que el argentino parece tener ahora mismo más garantías de actuar en la zaga que en la divisoria ante el exceso de centrompistas.
El capitán de Argentina se ha aplicado especialmente en la recuperación y en el tackle al tiempo que mejora en la distribución de la pelota, una de las exigencias del técnico con los centrales. Haber dispuesto a más de 20 parejas para el eje de la zaga expresa la provisionalidad del puesto. La adaptación al juego es una de las consignas prioritariarias del equipo técnico. Los retos futbolísticos se presentan como más importantes que los títulos. Ayer, por ejemplo, los jugadores y el entrenador preferían hablar del juego antes que de los récords alcanzados en las últimas cuatro temporadas con Guardiola.
"Los logros se valorarán pasados unos años", afirmó el director deportivo, Andoni Zubizarreta. "La historia se construye en contra de las estadísticas. Trabajamos con el objetivo de saber que hay cosas que se pueden mejorar y que todo lo hemos conseguido con la mayor de las humildades", añadió para después comentar las claves del triunfo sobre el Oporto: "El carácter y la capacidad de los jugadores de seguir marcándose retos y del cuerpo técnico para marcar nuevos objetivos; contemplar todos los títulos como pasado. Todo se alimenta y se retroalimenta". Y remachó: "El gol de Messi -ha participado en todos los tantos salvo en dos del Gamper porque estaba en el banquillo-, se genera tras un trabajo defensivo, se propicia el error del contrario y se remata la jugada. Hasta ahora hemos sabido responder a las características de los diferentes rivales y a los distintos condicionantes y también solucionamos nuestros propios retos". Uno de los más importantes ha sido saber ganar sin los centrales campeones del mundo. Lógico que el viernes Piqué y Puyol se sintieran felices con el equipo y al tiempo preocupados porque sus compañeros no les necesitaron para levantar la Supercopa.
Los técnicos aseguran que si se recicla es precisamente porque para muy pronto se espera la reaparición tanto de Piqué como de Puyol. Admiten, sin embargo, que precisan de centrales que saquen bien la pelota, pero que también sean muy rápidos para cerrar la espalda.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.