Se acabó la tregua
De vuelta a España, el Barcelona y el Madrid retoman su pulso el próximo domingo en la Supercopa tras una pretemporada desigual, cortos de preparación los azulgrana y pletóricos los blancos
"Ya no hacemos pretemporadas, hacemos giras". En brazos de los mercaderes, en el fútbol ya no hay tiempo para ensayos o terapias colectivas, como bien subrayó Pep Guardiola tras concluir el Barcelona su último bolo en Estados Unidos. Los entrenadores no manejan los tiempos, sino que dependen de los intereses comerciales, de los calendarios internacionales y de la diligencia de los directivos para cerrar los fichajes más pronto que tarde. Por mucho que Guardiola tenga razón, la realidad se impone y ante el inminente clásico supercopero del próximo domingo no hay coartadas que valgan. En los Madrid-Barça no se conciben.
Tras el paréntesis estival, uno y otro equipo retoman el pulso sin haber cerrado aún las cicatrices de su maratón del pasado mes de mayo. Esta vez, el Barcelona llega con más incógnitas que su adversario, que a estas alturas parece mejor cuajado. Guardiola no se verá con Messi, Alves, Alexis Sánchez y Mascherano hasta hoy. La Copa América ha retrasado su incorporación mientras que el Arsenal aún retiene a Cesc y Puyol no ha salido de la enfermería. Sin parte de sus mejores recursos, el Barça ha sucumbido ante adversarios con hueso como el Manchester United y el Chivas. El Madrid ni muchos menos tiene menor talla. A falta de piernas, el técnico culé ha apelado estos días "a la mentalidad". Este Barça nunca se ha rendido fácilmente.
Si los barcelonistas anuncian que llegan cortos de preparación, el Madrid se siente casi en plenitud tras una pretemporada victoriosa. José Mourinho no ha tenido la condescendencia de Guardiola con los argentinos Di María e Higuaín, repescados casi de inmediato de la Copa América, y las únicas bajas del portugués han sido los lesionados, sobre todo dos de sus fichajes: Sahin y Altintop, que no se han estrenado. Con el plenipotenciario Mourinho, el Madrid ha tejido una plantilla aún más versátil sin que, en principio, ninguno de los recién llegados tenga la pujanza para ganarse la titularidad. A la espera de Sahin y con Lass y Gago de salida, Coentrão, el fichaje más caro del verano madridista (30 millones), es quien parte con más opciones.
El Madrid aparenta llegar mejor enhebrado y amparado por el entusiasmo general. Guardiola precisa activar a los suyos, en lo físico y en lo espiritual. El Barça más triunfador de la historia necesita plantearse nuevos desafíos. Encontrar el reto es precisamente el nuevo gran reto de Guardiola. El de Mourinho es más que evidente.
Un envite fascinante, con un Italia-España por el medio, para abrir la temporada. Solo falta que haya menos pirotecnia que en los últimos precedentes.
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