Las trabas del voto extranjero

En las próximas elecciones municipales por primera vez podrán ejercer su derecho a voto ciudadanos nacionales de Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Noruega, Nueva Zelanda, Paraguay y Perú, al haber firmado estos países un acuerdo de reciprocidad con España para su participación en elecciones locales, además de aquellos otros países en los ya estaba vigente desde convocatorias anteriores. De los 517.593 ciudadanos extranjeros con derecho a voto, de los cuales 438.479 son comunitarios, solo podrán votar 117.087 que se inscribieron en el censo debidamente, según datos facilitados por la Generalitat. Sin embargo, los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE) son distintos y cifra en 114.918 el número de extranjeros que podrán votar, de los cuales 77.476 (el 67,4%) residen en la provincia de Alicante.

"Siempre me ha interesado votar", dice un residente argentino

Dani, argentino de 40 años con nacionalidad italiana, participará por primera vez en unas elecciones municipales en España. "Siempre me ha interesado votar, en Argentina es obligatorio, aquí no, pero considero que la única manera de participar es o militando o votando", asegura este ciudadano convencido de que "la democracia es participación, y permite a la gente hablar, aunque solo sea cada cuatro años".

Sin embargo, otros muchos residentes extranjeros consultados por EL PAÍS tenían la intención de participar en las elecciones pero no llegaron a tiempo para solicitar el voto. "Cuando fui ya había terminado el plazo, faltó información, qué penita", confiesa Ángela, una colombiana que lleva residiendo en Alicante más de diez años. En lo que la mayoría coincide es que el proceso para poder participar ha sido farragoso, y se exigen muchos trámites administrativos en muy poco tiempo, con lo que numerosos inmigrantes interesados no acudirán a las urnas. Para solicitar su inscripción en el censo electoral, los inmigrantes debían reunir previamente un buen número de requisitos, solicitando a continuación su inscripción en el censo electoral, bien a través de su Ayuntamiento bien directamente en el INE, acreditando debidamente el tiempo de residencia legal en España.

El sociólogo, y experto en temas de inmigración, Carlos Gómez Gil admite que "resulta muy llamativo" que no se haya hecho ninguna campaña previa para informar a los inmigrantes de "los farragosos trámites" que debían realizar antes del 15 de enero para poder votar. "Parece como si se viera con desgana o desinterés su participación", se lamenta. El consejero de Solidaridad y Ciudadanía, Rafael Blasco, carga las tintas contra el Gobierno "que planificó mal, y dejó poco plazo de tiempo".

Para Gómez Gil, el intento de algunos inmigrantes de crear opciones electorales solo de una nacionalidad, no solo es "un gigantesco error, sino que profundiza en marginar y segregar a los inmigrantes, en lugar de empujar para que intervengan en igualdad de derechos en otros espacios políticos, sociales e institucionales" y además considera que estas opciones políticas formadas por inmigrantes están condenadas "al fracaso". El experto de la Universidad de Alicante lamenta que en los programas de las principales formaciones políticas sus propuestas hacia la inmigración se puedan resumir con "tres des": "Desconcierto, desconocimiento y desinterés hacia los procesos migratorios y la manera de acercarse a ellos".

El consejero Blasco valora positivamente el hecho de que la Comunidad Valenciana sea una de las autonomías con una mayor tasa de extranjeros inscritos en el censo electoral, aunque lamenta que el Gobierno de España "haya perdido una buena oportunidad de estimular el voto extranjero entre los inmigrantes de terceros países que pueden votar por primera vez".