12 policías declaran que les forzaron a dar sus datos personales

Los 12 agentes de la unidad antimafia de la Costa del Sol cuyos datos personales acabaron en manos de una peligrosa banda organizada que ellos mismos desarticularon en julio de 2007 aseguran que no prestaron esta información tan sensible "de forma libre y voluntaria", como cree la Dirección General de Policía. Según su versión, les obligaron a identificarse con nombre y apellidos cuando declararon como testigos en una investigación distinta y que terminó adjuntándose al sumario.

Los policías testificaron en una causa en la que Asuntos Internos investigaba supuestas irregularidades en el trabajo de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Costa del Sol. Como la banda desarticulada estaba directamente afectada, sus abogados pidieron en el juzgado que les aportaran una copia de las diligencias y accedieron a sus datos.

Manuel Expósito, secretario del sindicato SUP en Andalucía, explicó ayer que todos los agentes han remitido por vía interna minutas en las que aseguran que el instructor de esta investigación de Asuntos Internos, también agente del Cuerpo Nacional de Policía, les requirió que se identificaran con nombre y apellidos, número de teléfono y domicilio particular. Cuando declaran como testigos, los policías aportan su número de placa por cuestiones de seguridad.

Representantes de SUP y UFP han intentado sin éxito que la Audiencia de Málaga aplace el juicio, previsto para finales de abril. Ayer volvieron a exigir a Interior que se pronuncie "de forma urgente" sobre las medidas de protección para los agentes. En la causa, operación Arenal, se sentarán en el banquillo cuatro personas a las que intervinieron un arsenal de armas de guerra y 1.400 kilogramos de hachís.