Humala y Keiko Fujimori se lanzan a por el voto de las clases medias
Los dos candidatos populistas disputarán las presidenciales de Perú el 5 de junio - Kuczynski, tercero en las urnas, lamenta la desunión de los moderados
"La mística nacionalista no se mide con premios, sino con la abnegación y el sacrificio". Partidario o detractor, el discurso de la madrugada de ayer de Ollanta Humala tras saber que había sido el candidato más votado en la primera vuelta de las presidenciales peruanas fue vibrante y enérgico. Por segunda vez en su vida, el exmilitar golpista reconvertido en político disputará el Gobierno del pueblo más antiguo de Sudamérica. Más seguro que de costumbre, Humala arengó a la multitud que fue a vitorearlo a la sede del movimiento Gana Perú en el coqueto barrio limeño de Miraflores: "No podemos descansar hasta ganar las elecciones y hacer el 28 de julio un nuevo Perú para todos y para todas", exclamó.
La candidata prometió mantener el exitoso modelo económico
Vencerá el que logre viajar más al centro de forma creíble
Pero Humala, consciente de que su rival en la contienda, Keiko Fujimori, también concentra su apoyo en las clases populares, no tardó en hacer un llamamiento a la unidad y a la búsqueda de un consenso con las fuerzas que quedaron fuera de la carrera, todas de corte más moderado, que aglutinaron en torno al 35% del total de los 20 millones de electores peruanos. Keiko Fujimori, líder de Fuerza 2011 e hija del expresidente Alberto Fujimori, condenado a 25 años de prisión por crímenes contra la humanidad, también sabe que en el largo periodo de casi dos meses que quedan para la vuelta decisiva del 5 de junio, el objetivo será el de atraer el voto del peruano al que le fue bien durante los últimos 20 años de bonanza económica, y que tanto a ella como a Humala le recrimina sus bajas credenciales democráticas.
"Vamos a trabajar el concepto de consenso. Que estas elecciones no nos dividan y que nos unan. Ese es el concepto nacionalista de amor por el Perú", afirmó el aspirante. Fujimori, que reclamó el segundo puesto cuando aún había muchas dudas sobre la disputa que mantuvo codo a codo con el ex ministro Pedro Pablo Kuczynski (conocido como PPK), no pudo resistirse a hacer el famoso "balconazo". Desde un balcón del Hotel Bolívar, Keiko intentó recrear la escena que protagonizó su padre en 1990 tras conocer que disputaría la presidencia a Vargas Llosa. El Chino salió entonces exultante a un balcón del desaparecido Hotel Crillón, sobre la avenida La Colmena, y su hija lo hizo en otro hotel que da a la misma calle. La líder fujimorista apeló al diálogo con otros partidos y prometió mantener el exitoso modelo económico con algunos ajustes sociales; además de respetar la democracia, la libertad de prensa y los derechos humanos.
"Los felicito a los dos. Es una gran decepción", declaró cabizbajo PPK en la puerta de su casa en el barrio de San Isidro. Tras reconocer implícitamente su ajustada derrota, el exbanquero de Wall Street se lamentó de que las fuerzas moderadas se hubieran estorbado mutuamente en beneficio de Humala. PPK y Toledo, que fueron parte del mismo Gobierno, menospreciaron al movimiento nacionalista hasta que una semana antes de los comicios se disparó en las encuestas. Tanto la popularidad que ganó Humala tras conocerse por un cable de Wikileaks que había sido blanco de una campaña de desprestigio durante el Gobierno del expresidente Alejandro Toledo en 2005, como la que obtuvo gracias a la moderación de su discurso radical, descolocó a ambos favoritos de la clase media y alta hasta hacerles perder pie en la recta final de la campaña. Además, en el último debate, el domingo 3, Humala logró salir airoso a pesar de su pobre retórica.
Lo que comienza hoy es una nueva campaña. El afán de ambos candidatos por despejar toda sospecha de que no harán retroceder 20 años al país en lo político y en lo económico será tremendo. Y es que el que logre viajar más al centro de forma creíble será el favorito para convertirse nada menos que en el gobernante 101 de Perú desde la independencia. Los tres perdedores en la contienda, PPK, Toledo, y el exalcalde de Lima, Luis Castañeda, han dicho que se reunirán con sus respectivas fuerzas para decidir a quién respaldarán. PPK ya adelantó que el nacionalista es el más peligroso y Castañeda sabe que ha sido el movimiento Gana Perú el que le arrebató los votos de la capital. Toledo, por su parte, es un conocido antifujimorista. De momento, Humala parte con el respaldo de haber ganado en casi todas las regiones -arrasó en todo el sur y la sierra- y con una ventaja de entre siete y ocho puntos sobre su rival, bastante más de la que tuvo en 2006 cuando perdió frente a Alan García.
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