La jueza procesa al jefe de policía de Chilpancingo por el asesinato del alcalde Alejandro Arcos
Criminales decapitaron a Arcos, de la coalición PRI-PAN-PRD, apenas unos días después de jurar el cargo, a principios de octubre. Germán Reyes es el primer y único detenido hasta el momento
La jueza Yolanda Mora ha procesado este lunes en la noche a Germán Reyes, por el asesinato del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos, a principios de octubre. Reyes era el encargado de la policía de la ciudad, nombrado por el mismo Arcos, días antes del asesinato. El alcalde, de la coalición PRI-PAN-PRD, apareció decapitado, la cabeza sobre el techo de su camioneta, después de una reunión a la que acudió, sin escoltas, en territorio que domina el grupo criminal Los Ardillos, según informó el Gobierno federal.
El ataque, ocurrido el 6 de octubre, dominó la conversación pública durante los primeros días de Gobierno de Claudia Sheinbaum. Arcos había arrebatado la alcaldía a Morena, que controla el Gobierno del Estado, y estaba siendo presionado para dar espacio en su administración a integrantes de Los Ardillos, uno de los grupos criminales más potentes de la región centro del Estado de Guerrero. En los últimos años, Los Ardillos han respaldado al PRI en la zona, según han informado fuentes que conocen la política local a EL PAÍS. El día de su asesinato, Arcos se habría reunido con el grupo criminal para tratar de contener sus exigencias.
En su decisión, la jueza Mora ha señalado que Reyes fue el “inductor” del ataque contra el alcalde, a partir de las pruebas que ha presentado la Fiscalía, que ella misma ha calificado de “mínimas”. La jueza ha dado un mes de investigación complementaria a la dependencia y ha fijado la siguiente audiencia para el 18 de diciembre, según ha informado el diario Sur de Acapulco, que ha seguido la sesión este lunes, desde la sala de audiencias de Chilpancingo. Reyes permanecerá en prisión este tiempo.
La debilidad del caso de la Fiscalía pone en riesgo el proceso. Hasta ahora, los investigadores sostienen su caso en dos pruebas, el testimonio de un comerciante y un correo electrónico de un policía. La primera, y más importante, es la declaración de Domitilo Cándido Pila, un vendedor de Chilpancingo que, a mediados de octubre, acudió a trabajar al poblado de Petaquillas, área que controlan Los Ardillos. Policías comunitarios vinculados al grupo criminal secuestraron presuntamente al hombre, de 69 años. Durante el secuestro, Cándido Pila habría escuchado a sus captores hablar de cómo Reyes ordenó el asesinato del alcalde.
Cándido Pila detalló que los secuestradores, tres sujetos apodados El Jimmy, El Junior y El Michoacano, le llevaron a un rancho en el municipio de Quechultenango, bastión de Los Ardillos, donde supuestamente asesinaron al alcalde Arcos. Allí, aseguró, escuchó que los tres dijeron que Reyes había hablado del asesinato con “El Patrón”. Aunque no se menciona su identidad, el patrón podría ser el líder de Los Ardillos en Guerrero, Celso Ortega. En cuanto a la otra prueba, se trata de un correo electrónico anónimo de un presunto policía municipal, que cuenta que escuchó hablar a Reyes del asesinato de Arcos, dos días antes de cometerse.
Las dudas que dejan ambas pruebas son varias. En cuanto al primer testimonio, además de ser de oídas, el problema es que el testigo, Cándido Pila, habría muerto poco después. El condicional responde a que la Fiscalía no aclaró este asunto en la audiencia, pese a que, desde hace días, medios de comunicación locales han informado del supuesto fallecimiento del comerciante. Según explicó la dependencia, los captores lo liberaron poco después de retenerle, momento en que habría acudido a denunciar lo escuchado.
Abogados penalistas consultados señalan que la Fiscalía de Guerrero podría presentar eventualmente el testimonio de Cándido Pila en el juicio. La Fiscalía podría leer la declaración y presentar pruebas que apuntalen la muerte del testigo. Pero el problema principal es que se trata de un testigo de oídas, esto es, que no presenció la conversación en que Reyes habla del asesinato de Arcos, sino otra en que terceros hablan de ello.
El abogado Gabriel Regino recuerda el caso de José Manuel Del Río Virgen, mano derecha de Ricardo Monreal en el Senado, durante la pasada legislatura. En 2021, la Fiscalía de Veracruz le detuvo por el asesinato de un candidato de Movimiento Ciudadano a una alcaldía en el Estado costeño. “En ese caso, se promovió un amparo contra la vinculación a proceso de Del Río. Pero sus colegas luego fueron a cabildear al Poder Judicial de la Federación (PJF). Y, luego, en una sentencia inédita, el PJF dijo que esa prueba de referencia de oídas no era válida y lo soltaron”, argumenta.
En el caso del policía que mandó un correo electrónico, el problema es que no está claro si de verdad es policía, pues su identidad se desconoce. Se ignora igualmente cómo habría escuchado la conversación que incrimina a Germán Reyes o por qué no informó del asunto antes. En el mes que tiene ahora la Fiscalía para investigar, los investigadores deberán apuntalar ambas pruebas, además de probar que Reyes, como defienden, era parte de Los Ardillos.
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