El agua como símbolo de vida

El agua es la única referencia figurativa de la pintura de Ignacio Tovar (Castilleja de la Cuesta, Sevilla, 1947). "En este momento ha quedado un símbolo. Es el agua como elemento natural y como símbolo de vida, de movimiento", afirma Tovar, que inaugura hoy una exposición de sus últimas obras en la Galería Rafael Ortiz (Mármoles, 12), en Sevilla. La muestra, que estará abierta hasta el 20 de abril, presenta 10 óleos sobre lienzo. "Mi última exposición fue en 2007 en Madrid. Aquí hay cuadros pintados desde 2007. El último lo concluí hace unos días", explica el artista.

Sus obras tienen pocos colores -verdes, rojos, azules...- y están recorridos por curvas que acaban formando una especie de gran ola. "El agua es el elemento al que me agarro. Quiero que esa atmósfera atrape al espectador y lo tenga durante unos momentos pensando en lo suyo y en lo que le provoque la pintura. Lo esencial es crear esa atmósfera en la que el espectador piense o evoque cosas que le sugiera la obra", comenta Tovar, que pertenece a una generación de artistas abstractos que se dieron a conocer desde Sevilla en los años setenta. Es la generación de Gerardo Delgado, José Ramón Sierra, Juan Suárez y Manuel Salinas. "Soy un pintor abstracto", se define Tovar, para el que la obra de Rothko "sigue siendo hoy una referencia primordial". También valora el arte clásico. "El bufón Don Juan de Austria, de Velázquez, es un curso de pintura perfecto", afirma.

El artista opina que "el espectador ve algo que se vincula a su experiencia"

La sugerencia es un factor fundamental en la pintura de Tovar. "Se trata de crear un espacio donde el espectador piense. Puedo sugerir algo y la experiencia del espectador puede empezar a desarrollarse viendo el cuadro. Es como pulsar un botón y a partir de ahí el espectador desarrolla su propia experiencia, su propio recuerdo... Yo soy dueño de una parte y el espectador termina por ver algo que se vincula a su propia experiencia", afirma Tovar.

La gran ola de agua trazada en las obras está representada en cuadros en los que hay dos o tres colores. "Y dos colores son, a veces, casi el mismo color", afirma Tovar mientras señala una de sus obras. "Hay un rojo más claro, un rojo más oscuro y luego el azul. Y hay manchas verdes, como si acentuaran la velocidad y el espacio no quedara neutro y pusiera como acentos", dice sobre esta obra. El pintor sevillano, que trabajó como dibujante en Itálica y en el Museo Arqueológico de Sevilla entre 1970 y 1984, recuerda que en el arte egipcio el agua se presenta como "dos curvitas paralelas".

El título de la exposición, Bajabas descalza a abrirme, está tomado de la letra de una soleá ("No te acuerdas de cuando, entonces, bajabas descalza a abrirme. Ahora ya no me conoces"). Tovar es un apasionado del flamenco. "A los cuadros grandes les pongo nombres de cantaores, guitarristas y bailaores. A los más pequeños, nombres de versos de letras de flamenco. Casi siempre son soleares", dice.

"Bajabas descalza a abrirme es un verso que habla de las relaciones personales, de la pasión en último extremo. Luego pasa el tiempo y las relaciones se enfrían. Es un verso que cuenta mucho de las relaciones de la pareja", concluye. A su alrededor los cuadros trazan el símbolo del agua.