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Unos premios para medir el pulso de los garitos

No tienen ni tanto prestigio ni tanto glamour como otros galardones. Los premios Guille, otorgados por La Noche en Vivo, la asociación de salas de música en directo, pretenden coger el pulso a lo que ocurre en los garitos de Madrid. En parte lo consiguen. Anoche celebraron su fiesta en la sala Taboo, en Malasaña, con una puesta en escena de andar por casa. Mucha camiseta, vaqueros y sudor. "No tengo ningún chiste preparado", decía minutos antes de empezar Cesar Strawberry, del grupo Def con Dos, que ejerció de presentador junto al actor y músico sevillano Guillermo Rayo. No les hicieron falta. Los dos, como pareja relativamente graciosa, anunciaron los 13 premiados de la noche. Destacaron Raimundo Amador, que se llevó el premio al mejor grupo flamenco; Pajaro Sunrise, al de pop; Chano, Domínguez, jazz y el armonicista Naño Goñi al de músicas negras. El australiano que vino a España por amor Aaron Thomas, recién fichado por la representante de Alejandro Sanz, se llevó al premio al artista revelación. Aaron soltó una obviedad que refleja a la perfección el espíritu de estos galardones y es una verdad como un puño: "Están los discos y tal... pero el directo es el lado verdadero de la música". Curioso fue el premio No nos olvidaron, que significará que todavía le invitan a copas en los locales donde antes suplicaban tocar: Quique González fue el elegido. "Es la primera vez en mi vida que me dan un premio", dijo al subir al escenario sonriendo ligeramente. El periodista Santi Alcanda, de Radio 3, y Pedro Blanco y Alberto Granados de la Ser Madrid, compartieron el premio a la difusión musical.

Actuación en directo

De la música en directo se encargó el grupo Tete y los Ciclones, liderados por la actriz Tete Delgado, que le pega al blues negro más que decentemente, como una esforzada mezcla entre Beth Ditto y Robert Plant. "Si fuese negra, gorda y de Nueva Orleans, sería la hostia", dijo. "Pero como soy blanca, gorda y de Porriños, esto es lo que hay".

Darío González, capo de la sala Buho Real y portavoz de La Noche en Vivo, contaba minutos antes del inicio el mecanismo de voto: "Se presentan cientos de grupos y los propios dueños de las salas hacemos una primera selección. Luego es una votación rigurosa entre los semifinalistas". No hay duda de que los galardonados merecen sus premios, pero quizás se eche en falta más grupos menores de treinta años, de esos que renuevan la noche madrileña.

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