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La juez investiga al testigo protegido del 'caso Polop'

El ex alcalde Cano estuvo en la cárcel tras implicarle el portero de un club

La titular del juzgado de instrucción número 2 de La Vila Joiosa ha aceptado investigar la vida privada del testigo protegido al que la Guardia Civil otorgó credibilidad en 2009, cuando se presentó a declarar voluntariamente casi dos años después del crimen del alcalde de Polop, Alejandro Ponsoda. Según el testigo, una reunión en el reservado del club Mesalina de Benidorm el verano de 2007, en la que participaron el ex alcalde, Juan Cano, un empresario del calzado de Polop, el dueño y el gerente del lupanar, además de una pareja sin identificar, ideó el plan para acabar con la vida del entonces alcalde, Alejandro Ponsoda, y concluyó con la contratación de tres sicarios, dos de ellos de nacionalidad checa para matarlo.

La investigación policial se centra ahora en la vida privada de Ponsoda

La juez ha decidido indagar en la vida de un testigo que declaró haber ejercido de mercenario en algunas colonias portuguesas de África y que tiene antecedentes policiales en España. Así que ha aceptado las pruebas documentales solicitadas por Francisco González, el abogado del dueño del Mesalina. González pide que se le libre un mandamiento al Servei Valencià de Salut para que aporte el historial médico psicológico y psiquiátrico del testigo protegido para aclarar si alguna vez ha estado sometido a tratamiento. Y un exhorto a los decanatos de Benidorm y Dénia para obtener una relación de las causas en las que haya intervenido durante los últimos cinco años al objeto de indagar si ha tenido trato de favor en otros asuntos, como sospecha este letrado, que llegó a pedir su pase de la condición de testigo a la de imputado, por cuanto considera que "si fuese verdad su declaración, nunca llegó a denunciar lo que se tramó en un lupanar y colaboró con los detenidos al ofrecerles pistoleros". Ambos documentos han sido tramitados ya por el juzgado.

Hasta cuatro testigos de las defensas de los detenidos coinciden en que el testigo comenzó a trabajar en el Mesalina a mitad de 2008, como confirma también una sentencia del juzgado de lo social que condenó a la empresa a pagarle por despido improcedente desde julio de ese año. Estas declaraciones contradicen la que provocó las detenciones, según la cual el testigo estaba trabajando de portero del club en el verano de 2007 cuando le ofrecieron llevar a cabo el macabro plan que para matar a Ponsoda

La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) que investigó el caso llegó a la conclusión seis meses después del fallecimiento de Ponsoda de que Cano podía ser el autor intelectual del crimen para asegurarse el control del urbanismo, en pleno desarrollo de 10 sectores en siete millones de metros cuadrados, y en proceso de reclasificación de otros dos millones de metros de suelo no urbanizable en la partida de Matet, aunque hasta un año después no tuvo noticias del supuesto portero del Mesalina.

La UCO descubrió tantas posibles irregularidades urbanísticas que a partir de la primavera de 2008 abandonó casi por completo la investigación de la vida privada de Ponsoda. Pero desde hace meses la investigación se centra en su vida privada. Ponsoda estaba tratándose en Valencia dos enfermedades de transmisión sexual, una de ellas contraída en 1994. Sus visitas a la capital valenciana llegaron a ser de hasta cuatro días, según confirmó la policía en los primeros meses de investigación. Allí mantuvo relaciones sexuales con masajistas con los que contactaba a través de anuncios de periódicos, y se alojaba en una pensión de ambiente homosexual del barrio de Russafa. También investigaron una sauna de Benidorm a la que el ex alcalde acudió el mismo día que fue tiroteado, pero ahora todos estos rastros se han difuminado, y complican más la investigación.

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