Paritorios libres el fin de semana
Cada vez nacen más niños los días laborables y menos los sábados y domingos - Los expertos admiten que hay que rebajar la tasa de cesáreas e inducciones
Si todos los partos se desarrollaran de forma natural, se diría que los bebés prefieren nacer de martes a viernes. Cada vez les gustan menos los lunes. Y los fines de semana les apetece descansar y no meterse en una tarea que requiere tanto esfuerzo como venir al mundo. Solo así se explicaría que los sábados y domingos nazcan muchos menos niños que los días laborables. Y que la diferencia haya ido en aumento en las últimas décadas, según los datos recogidos por el Instituto Andaluz de Estadística (ver gráfico).
Pero esa diferencia entre los nacimientos en días laborables y los fines de semana no se debe, obviamente, a causas naturales. Sino a que, si se programa un parto, se fija de lunes a viernes, cuando los centros tienen más personal disponible. La duda es si se planifican más partos de los estrictamente necesarios y si el hecho de que cada año aumente la diferencia entre los nacimientos en sábado y domingo y el resto de días indica una tendencia creciente a programar los nacimientos.
"En el SAS no hacemos partos a demanda", dice un responsable de Salud
"Yo siento la presión familiar. Es duro trabajar así", afirma un ginecólogo
Los médicos consultados aseguran que la mayoría de los partos programados responden a razones médicas. Al menos en los hospitales públicos. "En la sanidad pública andaluza no hay mujeres a las que se le cite para hacer un parto a conveniencia. No digo que no ocurra, puede que algún profesional lo haga. Pero sería algo excepcional. En otras comunidades sí está bastante extendido", señala Francisco José Pérez, responsable del programa de humanización de la atención perinatal de la Consejería de Salud. "Desde el punto de vista deontológico es absolutamente inadmisible hacer una actuación que conlleva riesgos sin razones médicas. Es inconcebible que un profesional se preste a eso. Sería perseguible", advierte.
Los expertos admiten que el intervencionismo es mayor en la sanidad privada, aunque no existen datos. La asociación El parto es nuestro, que defiende mejorar la atención en los partos, asegura que cada día les llegan testimonios de madres que cuentan que sus hijos nacieron en intervenciones programadas "en viernes o antes de un puente o un festivo". "Y siempre mejor de día que de noche, y antes de un cambio de turno o al comienzo de las vacaciones", afirma Claudia Pariente, portavoz de la asociación. Con todo considera que Andalucía es la "comunidad autónoma puntera" en cuanto a la puesta en práctica de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre atención en el parto.
A pesar de ello, todavía hay más partos inducidos y más cesáreas de las que debería, según coinciden los médicos consultados. O lo que es lo mismo: hay muchas cesáreas e inducciones que son científicamente prescindibles. Según los datos aportados por el SAS, de los 77.636 partos atendidos en su red de hospitales en 2009, 17.110 fueron por cesárea. Es decir, un 22%. Siete puntos por encima de la tasa máxima recomendada por la OMS, del 15%. Lo mismo ocurre con las inducciones. El porcentaje actual, según Salud, se sitúa en el 20%. El límite de la OMS, en el 10%.
En la clínica USP Sagrado Corazón de Sevilla asisten cada año 3.000 partos. Adolfo López, jefe del servicio de Ginecología, asegura que alguna mujer solicita programar el día del nacimiento con antelación. "Pero no es lo habitual", aclara. El centro tampoco lo ofrece si no hay razones médicas, asegura el doctor. En el último año, el porcentaje de cesáreas de la clínica ha sido del 25%, hasta 10 puntos por debajo que en años anteriores. "La cifra era demasiado alta, lo que nos ha obligado a replantear la política de cesáreas e inducciones", admite "Ahora sólo hacemos las estrictamente necesarias. Lo contrario es un riesgo".
Los profesionales asumen la necesidad de reducir la tasa de cesáreas, aunque advierten de que las recomendaciones de la OMS se han quedado algo antiguas. Desde que se dictaron, en 1985, las mujeres han retrasado la edad de la maternidad, lo que ya de por sí es un factor de riesgo, que se une a otros en alza como la hipertensión o la obesidad. También influye el incremento de partos múltiples, debido, sobre todo, a los tratamientos de reproducción asistida. En todos estos casos, aumenta la posibilidad de que sea necesaria una cesárea.
El responsable del programa de humanización del parto afirma que más que insistir en reducir la tasa, lo importante es que se adecue a las necesidades. Que se hagan tantas como haga falta. Pero ni una más. Para ello, dos hospitales andaluces participan en un proyecto piloto del Ministerio de Sanidad que pretende analizar si existe o no esta adecuación. Pero aunque no haya que obsesionarse con el número, Francisco José Pérez reconoce que hay que rebajar el porcentaje actual. "Nuestro 22% no es una mala tasa. La nacional ronda el 25%, lo que nos deja relativamente satisfechos. Pero debería bajar al 18% o 19%", afirma.
El hospital de Huércal-Overa (Almería) destaca desde hace años por su bajo porcentaje de cesáreas (14%). Longinos Aceitunos, ginecólogo del centro, asegura que el secreto está en dejar que la naturaleza haga su trabajo. "Si todo va bien, lo mejor es intervenir lo menos posible". Aunque a veces se hace difícil imponerse a la impaciencia de la familia. "Yo que trabajo en paritorio siento la presión familiar. Cada vez es más frecuente encontrarte con personas que te dicen: como le hagan algo a mi hijo, van a ver. Es muy duro trabajar así", señala el médico, con 25 años de experiencia.
El ginecólogo advierte de que también se ha incrementado "la cesárea a demanda". "Muchas mujeres te piden directamente que le hagas cesárea. Aunque no haya ningún problema. Hay que explicarles que las cesáreas son una cirugía mayor que tiene un riesgo, pero unas veces les convencemos y otras es imposible". El responsable del programa de humanización del parto corrobora esta realidad. "Durante años la sociedad vendió que la cesárea era más segura. Ahora estamos pagando ese precio".
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