Un juez exculpa al gerente del Club de Campo

El juez instructor que investigaba un supuesto delito urbanístico que se habría cometido en el Club de Campo Villa de Madrid y por el que había imputado al gerente de la sociedad, Joaquín Castillo Dolagaray, ha archivado el caso.

Tras estudiar la documentación aportada por la sociedad, en la que el Ayuntamiento de la capital participa en un 51%, el magistrado ha concluido que "no aparece debidamente justificada la perpetración del delito" y ha decretado el sobreseimiento provisional.

La supuesta irregularidad, por la que el pasado mes de julio el gerente del club declaró como imputado, se habría cometido al permitir las obras de ampliación de la piscina cubierta y del gimnasio en suelo público y sin contar con las licencias oportunas.

Aunque fue el propio Ayuntamiento, desde Urbanismo, quien ordenó en mayo de 2009 la demolición "de las obras abusivamente realizadas" en el gimnasio, los hechos los denunció un particular ante la Fiscalía de Medio Ambiente que lo remitió al juzgado de instrucción número 13, y el juez consideró que las actuaciones tenían características por las que se podía "presumir de la posible existencia de una infracción penal", un delito contra la ordenación del territorio.

En la causa ha intervenido hasta la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, que el pasado año otorgó a la Casa de Campo la calificación de Bien de Interés Cultural, y que, a petición del juez, remitió un informe sobre el posible perjuicio o no al patrimonio histórico.