En el punto de mira del jeque Al-Thani

La ampliación del Puerto de la Bajadilla de Marbella, proyecto que sufría diez años de paralización administrativa, ha recibido todo un empujón desde que el jeque que compró el Málaga C.F. puso sus ojos en él. El pasado miércoles, la Junta de Andalucía modificó el pliego de condiciones de la obra para ampliar de 30 a 40 años la concesión y permitir que la empresa adjudicataria decida si quiere que lleguen cruceros a la ciudad. "Ya está maduro para sacar a licitación", afirman fuentes de la Consejería de Obras Públicas. Pero al jeque, que tendrá que presentar un proyecto y someterse a un concurso público, le ha salido competencia. Al menos cinco bancos también están interesados.

En la primavera, empresarios y responsables políticos marbellíes veían poco probable que, en época de crisis, llegara un inversor dispuesto a dejarse 70 millones en un segundo Puerto Banús. Insistían en que la obra era un gran negocio porque lleva aparejada la explotación de la zona comercial que seguro irá adosada a los atraques.

La llegada del jeque catarí Abdulá bin Naser Al-Thani a la Costa del Sol el pasado 25 de junio cambió las tornas. El 19 de julio, apenas un mes después de hacerse con el club malaguista, el jeque se reunió con el presidente de la Junta, José Antonio Griñán. Entre los asesores del empresario estaba el ex presidente autonómico José Rodríguez de la Borbolla. En la cita también estuvieron presentes los consejeros de Economía y Obras Públicas.

La ampliación del puerto marbellí entra dentro del modelo de colaboración pública-privada. Los cambios en el pliego de condiciones realizados por la Empresa Pública de Puertos de Andalucía (EPPA) permiten "una actuación más ambiciosa", señalan fuentes de Obras Públicas. Eso sí, todos deben respetar la adscripción de aguas (el espacio náutico no podrá ocupar más de 19.200 metros cuadrados) y la declaración de impacto ambiental ya aprobada. El nuevo puerto es una vieja reivindicación marbellí. Algunos cruceros desembarcan a sus turistas frente a la costa, pero esta maniobra depende de que haga buen tiempo. El equipo de gobierno, del PP, ha reclamado en varias ocasiones que el proyecto recogiera la posibilidad de recibir buques de gran envergadura, ya que en el proyecto básico solo contemplaba los yates de 90 metros.

De momento no hay fecha para la licitación, aunque si se siguen los plazos marcados por Griñán, debe producirse antes del verano de 2011.