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Un negro escenario para el gasto público

Los sindicatos se desmarcan del frente contra Madrid anunciado por Facenda

La conselleira cita a las centrales para criticar la financiación autonómica

María Fernández

Alberto Núñez Feijóo suele destacar tres logros de su política desde que llegó al poder: el éxito del Xacobeo, la fusión de las cajas y los acuerdos de diálogo social firmados con los sindicatos y la patronal en julio. Ayer, dos días después de la huelga general, el último pilar comenzó a tambalearse.

Fue a raíz de una convocatoria apresurada de la Consellería de Facenda. Su titular, Marta Fernández Currás, congregó a los agentes sociales y a los grupos parlamentarios para hablar del presupuesto del año que viene. Pero más que definir la estrategia de la Xunta en un contexto de caída libre de los ingresos, la conselleira se centró únicamente en lamentar el descenso de las transferencias y en acusar de desleal al Gobierno central por cuestionar el traspaso de 243 millones del Fondo de Cooperación Interterritorial que corresponden a Galicia.

"La Xunta se está poniendo la venda antes de la herida", dice UGT
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Tras reunirse con representantes de UGT, CC OO, PSdeG, PP y BNG, Currás dijo tener el aval de todos ellos, excepto de los socialistas, para abrir un "frente común" que reclame esas transferencias al Estado "con todos los instrumentos al alcance de la Xunta". Los sindicatos tardaron cuatro horas en desmentirlo: "Es falso, lo único que nos explicó fue el escenario restrictivo en ingresos", apuntó desde Comisiones Maica Bouza. "No nos pidió ningún compromiso en ese sentido", corroboró desde UGT Domingo Barros. "La Xunta se está poniendo la venda antes que la herida y jugando a la vez con algo muy peligroso, porque está poniendo en duda que pueda ejecutar políticas públicas básicas", atacó.

La brecha en las, hasta ahora, cordiales relaciones del Gobierno de Núñez Feijóo con las centrales también se manifestó en las formas: ningún sindicato envió a su secretario general, como ocurrió en el mismo encuentro del año pasado, y la CIG ni siquiera se molestó en asistir.

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"Ya sabemos que estamos en una mala situación, pero lo mínimo que esperamos de quien nos gobierna es una actitud proactiva. La virtud de un político es saber gobernar cuando las cosas van mal", resumió Maica Bouza.

"La Xunta hará todo lo posible para seguir garantizando los servicios públicos", remarcó Fernández Currás después de las reuniones y tras recordar que las transferencias caerán en 1.500 millones. En juego, como pudieron comprobar los agentes sociales, está algo más que la caída de la inversión en infraestructuras. Los 14 acuerdos del famoso diálogo social, que fueron firmados con su correspondiente compromiso presupuestario, podrían ser los primeros sacrificados.

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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