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Días de diversión

Fito gana en directo

Mil personas siguieron en la calle la retransmisión del concierto de Shanghai

No fue un concierto al uso. El público pudo seguirlo desde tres lugares simultáneamente; el grupo, Fito & Fitipaldis, se hallaba a 11.000 kilómetros y el evento empezó a la hora del aperitivo y no, como es habitual, a la de las copas que siguen a una cena festiva. Fito Cabrales y su banda ofrecieron ayer en la Expo de Shanghai el primer concierto que dan en China, que fue retransmitido en directo en Bilbao a las 12.30 (18.30, hora local en Shanghai) a través de tres pantallas gigantes ubicadas en la explanada del Museo Guggenheim, la Plaza Nueva y el atrio central de la Alhóndiga. Sin embargo, apenas un millar de personas en total se acercaron a dichos puntos, mientras que en la Plaza UBPA de la ciudad china se congregaron unas 4.000. Fito batió todos los récords de los conciertos de Aste Nagusia al reunir a cerca de 70.000 personas en Botica Vieja en 2004.

El cantante cerró su actuación con un "Marijaia, que voy el martes"

El enclave más concurrido fue el del Casco Viejo. Allí, bajo un sofocante calor, se mezclaban cuadrillas de jóvenes que querían estirar una larga noche de fiesta, familias vermú en mano sentadas en las terrazas de los bares e incondicionales del grupo que imitaban, patillas incluidas, la indumentaria de su vocalista.

Un vídeo promocional de Bilbao dio paso, con puntualidad suiza, al concierto, que forma parte de la gira Antes de que cuente diez, el título del séptimo disco del grupo. A diferencia de lo que ocurre en los conciertos presenciales, no hubo peleas por ocupar el mejor lugar de las primeras filas, que fueron copadas por niños sentados en el suelo.

Fito, pañuelo de Aste Nagusia al cuello, saludó a la gente "medio borracha" de fiestas, lo que le valió un sonoro aplauso desde ambos lados del mundo. Los temas Viene y va y Por la boca vive el pez sirvieron para entonar el ambiente, algo frío al principio, más entregado a medida que avanzaba el concierto. En la Alhóndiga, por la inclinación de la pantalla, hubo quienes decidieron tararear Me acordé de tí tumbados en el suelo. Fito, con Bilbao siempre en mente, dedicó a las fiestas la canción Como pollo sin cabeza, "porque así están todos allí".

Mientras anochecía en Shanghai, clásicos como Deltoya, La casa por el tejado o Soldadito marinero dieron paso a los bises que reclamaron en euskera y castellano los representantes de medio centenar de empresas vascas afincadas en China que asistieron al concierto en vivo. Fito se despidió con un "¡Marijaia, que voy el martes!"

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Decenas de personas siguieron el concierto de Fito en Shanghai desde el atrio de la Alhóndiga de Bilbao.
Decenas de personas siguieron el concierto de Fito en Shanghai desde el atrio de la Alhóndiga de Bilbao.LUIS ALBERTO GARCÍA

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