Punto final a 29 años de matrimonio

José Bono, presidente del Congreso de los Diputados y tercera autoridad del Estado, ha anunciado que se separa. "De mutuo acuerdo", él y su esposa, Ana María Rodríguez, han decidido poner punto final a 29 años de matrimonio. La pareja tiene cuatro hijos, un nieto y otro en camino. Bono tiene 59 años y su ya ex esposa 52.

El presidente del Congreso de los Diputados participaba en un curso de verano en El Escorial, El pluralismo en la Iglesia católica, organizado por la Universidad Complutense de Madrid, junto al obispo emérito de la diócesis de San Sebastián, José María Setién, cuando optó por comunicar la decisión. Fuentes de su entorno aseguran que a Bono, un hombre de firmes convicciones religiosas, le ha costado mucho dar el paso de separarse.

El político confesó hace dos meses que estaba al borde de la separación

En la nota en la que anuncian la ruptura matrimonial, el presidente del Congreso y Ana María piden respeto a su intimidad y a la de sus hijos -Amelia, Ana, José y Sofía-, y anuncian que hoy tienen previsto presentar en Toledo el escrito por el que se separan de mutuo acuerdo.

La última vez que se vio junta a la pareja fue hace unos días en la boda de la hija del presidente de Iberdrola, Ignacio Galán. Nadie imaginó entonces que estaban al borde de la ruptura ya que la imagen pública era la de un matrimonio bien avenido, si bien en privado Bono llegó a confesar hace dos meses en círculos privados que estaba al "borde de la separación".

La pareja ya sufrió hace unos años una grave crisis matrimonial. De aquella época data la separación de bienes que firmó el matrimonio y el reparto de algunas propiedades que hicieron con sus hijos.

Bono ya admitió entonces que necesitaba dedicar más tiempo a su familia. De hecho, según contó él mismo, esta fue una de las causas por las que presentó la dimisión como ministro de Defensa del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y dejó en un segundo plano su trabajo en la vida política, que retomó como presidente de la Cámara baja en abril de 2008.

Durante estos años, Bono ha sufrido una notable transformación física. Según sus propias declaraciones, se sometió a un tratamiento capilar y adelgazó varios kilos. También se convirtió en personaje habitual de la crónica social junto a su esposa, sobre todo tras la boda de su hija Amelia con Manuel Martos, hijo de Raphael y Natalia Figueroa, celebrada hace dos años a bombo y platillo en Toledo.

En los últimos meses, el patrimonio familiar de Bono y su esposa ha sido objeto de controversia. Pero precisamente ayer, poco después de conocerse la separación, se supo que la Fiscalía del Tribunal Supremo había decidido archivar todas las investigaciones del llamado caso Bono al no apreciar "ningún tipo de delito" en las actuaciones del presidente del Congreso. El fiscal reprocha al Partido Popular que aportara como "prueba de sus insinuaciones" sobre el patrimonio de Bono "meras fotocopias de periódicos". Así se hace constar en un decreto de la fiscalía en respuesta a la quinta petición realizada por el PP para que se investigaran las cuentas del presidente del Congreso.