"Nuestra obligación es apostar por la cultura mediterránea"

El Festival Internacional de Música y Danza se aproxima a su ciudad, Granada, como una ola. Una ola artística que viene del otro lado del Atlántico y que hoy romperá para bañar, hasta el 14 de julio, no solo a los escenarios de la Alhambra, sino también a 35 espacios repartidos por rincones del centro histórico. La ola tiene tanta fuerza que su espuma llegará a 14 municipios de la provincia en forma de conciertos y coreografías.

Enrique Gámez (Jódar, Jaén, 1962), director del festival desde 2001, es el responsable de que esta cita cultural, la más antigua de España que este año celebra su 59ª edición, se haya convertido en una refrescante ola en la que todos quieren sumergirse. El Bicentenario de las Independencias de las Repúblicas Iberoamericanas centra la programación de 2010 con la presencia de grandes formaciones "que no tienen nada que envidiarle a las europeas y que han encontrado un camino propio a partir de una herencia común", precisa Enrique Gámez, licenciado en Lenguas Clásicas que empezó su carrera de gestor cultural en 1986 como coordinador de programación del mismo festival que ahora dirige.

La cita ofrece 35 espectáculos en tres escenarios y 90 actuaciones gratuitas

"Europa debe tomar conciencia de la capacidad creativa de Iberoamérica"

La inauguración oficial del Festival Internacional de Música y Danza de Granada será esta noche en el Palacio de Carlos V con la energía arrolladora de la Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar, bajo la dirección de Gustavo Dudamel. El director, que con 29 años ha estado ya al frente de las mejores orquestas del mundo, es uno de los 250.000 jóvenes que forma parte del sistema creado por José Antonio Abreu en Venezuela. Una red de orquestas y coros juveniles para los que la música se ha convertido en una tabla de salvación, ya que el 75% de sus integrantes vivía por debajo del umbral de la pobreza.

"Los artistas iberoamericanos no son muy conocidos en Europa. Silvestre Revueltas

no es Mozart. Son apuestas complementarias y, como festival europeo, nuestra obligación es apostar por la cultura mediterránea e Iberoamérica forma parte de esa cultura, así como de nuestra historia. Nosotros no traemos pájaros exóticos de Iberoamérica, sino sus mejores artistas. Profesionales con una sólida formación a nivel internacional que, además, están en la vanguardia de la música y la danza. Europa debe tomar conciencia de la capacidad creativa de Iberoamérica", afirma Enrique Gámez, quien hace posible esta cita con la ayuda de un equipo de 10 personas.

El programa principal incluye 38 actuaciones entre ellas las del Boston Ballet, la Sinfónica del Estado de México, dirigida por Enrique Bátiz; el grupo de danza contemporánea Corpo de Belo Horizonte (Brasil), el Ballet Argentino -que acaba de ser proclamado Patrimonio Cultural Inmaterial por la Unesco-, y la Staatskapelle Berlin, bajo la batuta de Daniel Barenboim.

El festival no ha sido nunca una pieza de museo, encosertado en la belleza de sus principales escenarios de la Alhambra (Teatro del Generalife, Palacio de Carlos V y patio de los Arrayanes); sino que se ha ido renovando para encontrarse con todo tipo de público con iniciativas como el Fex que, desde hace siete años, ofrece actuaciones gratuitas en distintos espacios del centro de Granada.

"En la pasada edición tuvimos 54.000 espectadores, algo excepcional que supone un índice de ocupación del 99,5%. Lo habitual es que nos movamos entre el 92% y el 95%. Pero hay un dato muy interesante que demuestra la renovación del público y es que más del 52% son menores de 45 años", apunta el director.

"Los que no conocen el festival pueden pensar que es un programa clásico que se limita a los tres bellos escenarios de la Alhambra; pero es mucho más. Apostamos por creadores jóvenes, llevamos 41 años haciendo los Cursos Internacionales Manuel de Falla, que son los decanos en la formación profesional especializada en España; hace siete años creamos el Fex, una extensión del festival que en esta edición ofrece 90 actuaciones gratuitas. Además, organizamos diálogos, como en el que participó el poeta Ernesto Cardenal, 11 exposiciones y hasta hemos acordado con 18 restaurantes de la ciudad un menú del festival que incluye productos granadinos con denominación de origen", enumera Gámez.

Lo que persigue el director, que entre 1994 y 1997 fue gerente de la Orquesta Ciudad de Granada, es "implicar a diferentes sectores de la provincia" con iniciativas imaginativas como el menú del festival, en el que los restaurantes se comprometen a ofrecer al menos cinco productos con denominación de origen, o los conciertos que se celebran en 14 pueblos. "El festival deja en Granada, en beneficios directos, el doble de su presupuesto", asegura Gámez. Para 2010 el festival ha contado con 3.800.000 euros, 200.000 euros menos que en la edición anterior. Las instituciones que lo patrocinan son Ministerio de Cultura, Junta, Ayuntamiento y Diputación de Granada, entre otras.

La cita musical más antigua de España ha resistido el embate de la crisis este año gracias a una ayuda de la Unión Europea (UE) y al aumento de la aportación de uno de sus patrocinadores, la farmacéutica Ferring. El incremento quizás haya tenido relación con que la Dirección General de Cultura y Educación de la UE le ha asignado al festival granadino un segundo puesto en importancia, con 98 puntos, detrás de los 100 que ha obtenido el famoso Festival de Aviñón.