Málaga pide permiso judicial para demoler el centro ruso

Al cabo de 12 años de que la inspección municipal de Urbanismo detectara una pequeña construcción en suelo no urbanizable y de que anunciara las primeras medidas disciplinarias, el Ayuntamiento de Málaga parece dispuesto por fin a poner coto a la construcción ilegal realizada por el promotor ruso Vladimir Beniachvili junto a su vivienda y dentro de la zona protegida del monte San Antón. El Consistorio ha solicitado autorización judicial para demoler lo construido ilegalmente, ante la negativa del promotor a acatar las sucesivas órdenes municipales de paralización y derribo de obras, y a permitir el acceso de operarios municipales para que estos la ejecuten subsidiariamente.

Las edificaciones ilegales en suelo no urbanizable y sin ningún tipo de autorización sobrepasan ya los 6.500 metros cuadrados y, además, existen movimientos de tierra y un camino abierto que indican la disposición del promotor a realizar nuevas obras. Recientemente, el camino fue precintado por la Policía Local y a los pocos días apareció abierto por otro lugar.

El Ayuntamiento insiste en que no ha cesado de aplicar la disciplina urbanística y que ha hecho todo cuanto le permite la ley, incluso que corre más de lo habitual. Para la oposición, sin embargo, el caso resulta paradigmático de la ineficacia y la dejación en materia de disciplina urbanística, pues son 12 años continuos de construcciones a la vista de todos sin que haya habido una actuación contundente.

El Consistorio ha puesto en los últimos meses tres multas coercitivas al empresario por un importe de casi 300.000 euros, sin que haya pagado ninguna. Vladimir Beniachvili fue el promotor del centro hispano-ruso de cultura que iba a construirse en este paraje, al que el Ayuntamiento finalmente desistió por las trabas de la Junta de Andalucía a levantar la protección del suelo.