Los turistas optan por el 'ferry' de Bilbao-Portsmouth ante el caos aéreo
Viajeros británicos acuden al Puerto, incluso sin disponer de billetes
Ante el cierre aéreo, la alternativa es el mar. Esa es, al menos, la opción que han elegido en Euskadi un buen número de viajeros. La clausura de aeropuertos en Inglaterra y la cancelación de vuelos desde España debido a la nube de ceniza causada por la erupción del volcán en Islandia obligaron a numerosos viajeros de origen británico a utilizar otros transportes como el ferry que cubre la ruta desde Bilbao hasta Porstmouth. En algunos casos, debieron atravesar la Península desde Andalucía en un coche alquilado.
La entrada a la zona de embarque de la compañía Pride of Bilbao, propietaria del transbordador con atraque en el Puerto de Santurtzi, presentaba una estampa nada habitual en la mañana de ayer: una larga cola de pasajeros esperaba a entrar en el buque y otros muchos más se aglomeraban con la esperanza de conseguir un pasaje que les llevase a sus destinos. Este era el caso de una familia de origen británico que, tras pasar sus vacaciones en Málaga, decidió "alquilar un coche" y acudir a Bilbao aunque aún "no tenían billete" para el ferry.
Una familia se desplazó en coche alquilado desde Málaga a Bilbao
Ocho alemanes que iban a Tenerife pagaron 3.200 euros en dos taxis
En declaraciones a Europa Press, la madre de esta familia explicó que estaban en la cola para "intentar coger un billete" aunque lamentó que tampoco es algo "seguro". Tras muchas horas de intentar regresar a sus hogares no habían logrado "conseguir transporte todavía". Lo mismo le ocurrió a un grupo de británicos que disfrutaba de unos días de escalada por Andalucía y esperaban regresar a Inglaterra "el viernes por la noche". Una de las integrantes de esta expedición señaló que "como no había aviones" alquilaron un coche y llegaron hasta Bilbao conduciendo. Aunque tampoco resultó una tarea fácil porque, aseguró, ya ni tan siquiera es posible encontrar "coches de alquiler en España", otra de las alternativas utilizadas por los afectados por el caos en la aviación.
La joven, según explicó en la zona de espera del ferry a Portsmouth, debía llegar a Inglaterra el miércoles como fecha límite, ya que debe estar en una escuela para realizar los exámenes a sus alumnos. Afortunadamente, conocía la existencia de la ruta del ferry de Bilbao, por lo que todos los miembros de la expedición reservaron su plaza el pasado viernes.
Algo similar le ocurrió a un músico integrante de la Bilbao Orquesta Sinfónica (BOS), quien señaló que habitualmente coge el avión para ir a Inglaterra pero que, en esta ocasión, ha decidido "ir en barco tranquilamente" para llegar a Escocia el miércoles, donde tiene previsto trabajar. El siguiente viaje del ferry desde Bilbao a Portsmouth está previsto para el próximo miércoles, siguiendo su oferta habitual de dos tránsitos a la semana, por lo que muchos de los viajeros que acudieron ayer al muelle de Santurtzi tendrán que esperar hasta entonces o buscar rutas alternativas.
También hubo peripecias para quien tuvo que realizar el viaje a la inversa, desde el extranjero a Euskadi. Un grupo de ocho personas que pretendía viajar desde Düsseldorf (Alemania) a Tenerife decidió recurrir al taxi y desplazarse así desde la localidad germana hasta el aeropuerto de Bilbao para sortear el cierre de los aeródromos centroeuropeos. La solución no fue barata -el trayecto les supuso un desembolso de 3.200 euros- y se encontraron además con el cierre del aeropuerto de Loiu durante toda la mañana.
Los ocho viajeros explicaron que, ante la clausura de los aeropuertos alemanes, decidieron viajar en dos taxis con destino a Bilbao para enlazar hacia Canarias. La carrera les costó 1.500 euros por cada uno de los dos taxis que utilizaron, a lo que tuvieron que añadir los peajes, por lo que la cifra final alcanzó los 3.200 euros. Uno de los integrantes de este largo viaje en taxi explicó que salieron el sábado de Düsseldorf "a las once de la mañana" y llegaron ayer a las siete de la mañana "sin dormir".
Tras este periplo, en la mañana de ayer se encontraron con la inesperada situación del cierre de Loiu después de haber perdido ya en Alemania un día de viaje "pagando hoteles". Además, lamentaron no tener otro medio para llegar a su destino, por lo que confiaron en "no tener que ir en patera a Tenerife".
En medio del caos, también surgieron las críticas. Un pasajero que se dirigía a Las Palmas denunció que los responsables de la compañía aérea "se están desentendiendo del todo" y lamentó no tener "otro medio de locomoción" para llegar a las islas, a donde debía acudir "para trabajar". Por último, otro viajero con destino a Las Palmas decidió "cambiar de planes" y coger el coche con destino al sur, anulando así sus vacaciones en Canarias. En un principio confió en que el aeropuerto no se cerrara pero, tras la inevitable clausura, aseguró resignado: "Contra los elementos no se puede".
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