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La salida del consejero más polémico

El 'niño bonito' de Aguirre

Juan José Güemes ha ejercido su carrera política al abrigo de Rodrigo Rato y de la presidenta regional

Jesús Sérvulo González

Juan José Güemes, hasta ayer consejero de Sanidad, escapa de la luz de los focos que ha buscado casi obsesivamente en los últimos años. Se siente cómodo ante los medios. Tiene tal seguridad en sí mismo que cree que conquistará a todo el que se le ponga por delante. Pero la situación cambió cuando Esperanza Aguirre le propuso que fuera la cara y la voz del PP regional. Quería que fuera su ariete político y eso ha desgastado su imagen pública. Su vanidad le ha hecho cometer varios excesos dialécticos que no han gustado entre algunos compañeros de Gobierno. Y le ha enfrentado con otras corrientes de su partido. Pero nadie se ha atrevido a decir nada porque ha sido el niño bonito de Aguirre.

Cree que puede agradar a todos por su gran confianza en sí mismo
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El ex consejero formó parte del pequeño grupo de colaboradores que Génova montó a la presidenta para presentarse en 2003 a la Comunidad de Madrid. Entonces Aguirre no tenía tanto poder político y la empresa era arriesgada. La idea era que la ex ministra ganara al calor de Alberto Ruiz-Gallardón, presidente regional saliente. Güemes se tomó aquello como un reto y se ganó la confianza de la presidenta, que le ha perdonado algunas infidelidades políticas. Como cuando en el pasado congreso del PP nacional en Valencia, en junio de 2008, en plena batalla entre Aguirre y Rajoy para controlar el partido, Güemes coqueteó con sus rivales para ganarse un puesto entre los notables. De hecho, el ex consejero era el único miembro del Gobierno regional con silla en la ejecutiva nacional del PP. Desde entonces se ha esforzado por limar asperezas entre ambos líderes y ha intentado acercarse a Rajoy.

Güemes (Madrid, 1969) procede de una familia conservadora. Estudió en un colegio del Opus. Es padre de tres niñas y está casado con Andrea Fabra, diputada nacional del PP e hija del polémico presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra.

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Algunos compañeros de partido dicen de él que es "el guapo del Gobierno". Quizá por eso, Aguirre llegó a relacionarle en broma con la actriz Angelina Jolie. "Tendría más credibilidad que otras cosas que se dicen", deslizó entre risas la presidenta durante un acto público. Su aspecto de pijo guaperas le ha dado algún dolor de cabeza, recuerdan compañeros de partido. La propia presidenta regional desmintió irónicamente una supuesta relación con la ex modelo Sofía Mazagatos.

Güemes siempre ha sabido rodearse de personas con poder. Cuando terminó la carrera de Económicas y ejercía de becario en el departamento bursátil de una importante entidad financiera comenzó a colaborar con la oficina económica del PP. Allí se adoctrinó. Siempre le había interesado la política, pero hasta entonces no se la había tomado en serio. Se afilió al partido y empezó a codearse con gurús económicos como Cristóbal Montoro o Juan Costa. Al frente de todos ellos estaba Rodrigo Rato, quien se fijó en su obsesiva capacidad de trabajo. El ex consejero recuerda de aquella época la cantidad de informes y discursos que preparó. Era un momento en que el Gobierno de Felipe González se tambaleaba y los populares acariciaban la victoria. Allí entabló buena relación con Rato.

Poco después, el PP ganó las elecciones y "su jefe" se convirtió en ministro de Economía. Nombró a Güemes secretario de Estado de Turismo.No olvida la actividad frenética de aquella época. Vivía en los aeropuertos. Allí comenzó a familiarizarse con los focos que tanto ha perseguido. Aquellos que no le iluminaban cuando era consejero de Empleo y Mujer. Demasiada tranquilidad para su ambición. Tiene instinto político. Por eso esperó pacientemente. Hasta que hace tres años le cayó como regalo del cielo la cartera de Sanidad. Aguirre apartó al polémico Manuel Lamela del área más conflictiva del Gobierno. La que más presupuesto y más personal aglutina. Enviaba a un gladiador para poner en marcha los nuevos hospitales, fajarse con los sindicatos y aprobar una ley de libre elección que reestructura la sanidad. Güemes tenía una complicada misión que contó con sonoras protestas. "El ruido sólo es el 1% de mi vida. El resto es trabajo", dijo entonces. Quizá el ruido se convirtió en tumulto. Ahora dejará de oírlo, pero también los susurros de Aguirre.

Caricatura de Juan José Güemes
Caricatura de Juan José GüemesSCIAMMARELLA

Las 'perlas'

- Ya fuera como consejero de Sanidad o como secretario de Comunicación, Juan José Güemes ha dado frases contundentes a los medios de comunicación.

- Sobre el 'caso Gürtel' en enero de 2009: "EL PAÍS

ha ido publicando toda

la basurilla que ha ido circulando por Madrid, aunque si leen los dosieres los ha podido escribir el propio [Francisco] Mercado por la mañana. Me gustaría preguntar a EL PAÍS si la razón por la cual está dispuesto a hacer el ridículo de esta manera tiene relación con intentar ablandar el corazón de alguna entidad financiera

que le ayude a superar la gravísima situación financiera del Grupo PRISA".

- En plena tormenta de protestas en los hospitales, en octubre de 2009: "Con el sueldo de los liberados, más de 1.000, se podría construir un hospital de 450 camas".

- Tras el abucheo en el hospital de Getafe, este mes: "Fue una algarada montada por Pedro Castro".

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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