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Barbate rechaza la valla contra la droga por su alto coste y dar "mala imagen"

La barrera que frenaba el narcotráfico será sutituida por un paseo fluvial

La barrera flotante que blindaba el río Barbate (Cádiz) al narcotráfico en esta localidad gaditana no será reparada. El llamado puente de la droga estaba averiado desde hace meses. Las administraciones eran conscientes de este problema pero el Ayuntamiento, responsable de su mantenimiento, no podía arreglarlo debido a su delicada situación financiera que le impide prácticamente pagar las nóminas de sus trabajadores a tiempo. La solución acordada ahora será a medio plazo. El Ministerio de Medio Ambiente, a través de la Demarcación de Costas, ya tiene el anteproyecto para urbanizar toda la ribera del río. El alcalde, el socialista Rafael Quirós, cree que iluminar y adecentar el camino que tomaban los narcos en la clandestinidad permitirá ahuyentarles definitivamente del pueblo.

El Consistorio dejó de pagar por el mantenimiento hace varios meses

La instalación de un sistema fijo que cortara los accesos al río fue acordada hace nueve años. Entonces Barbate era un municipio marcado por la droga. La localidad gaditana sufría los estragos de un narcotráfico cuyos beneficios económicos se mostraban ostentosamente por las calles y que derivaba en problemas de inseguridad. Las administraciones decidieron imponer la mano dura. Llegaron brigadas de agentes especialistas y en 2001 se firmó un convenio por el que Costas se comprometía a construir un puente con 13 balsas flotantes en el río que atraviesa la localidad a cambio de que el Ayuntamiento se encargase de su mantenimiento. Entonces gobernaba el PP.

El blindaje del río se mantuvo hasta hace unos meses, momento en el que el puente, con claros síntomas de deterioro, dejó de abrir y cerrar. "Antes que arreglar ese puente prefiero pagar las nóminas a mis funcionarios", argumentó el alcalde el pasado enero. Entonces llegaron las críticas de asociaciones antidroga como Nexos. "La reparación de las balsas tiene que hacerse urgentemente. El Ayuntamiento suscribió una serie de compromisos y tiene que cumplirlos o denunciar el convenio. Pero no es tolerable que nadie asuma su arreglo", se quejó el presidente de esta federación, Francisco Mena. También el PP se sumó al carro de las quejas. Su diputado, Aurelio Sánchez, reclamó al Gobierno que tuviese en cuenta la ruina financiera del Consistorio y contribuyese a acondicionar el puente.

Pero las conversaciones entre el Ayuntamiento y la Subdelegación del Gobierno con Costas han buscado la solución en otra línea. El puente no será reparado. "Da muy mala imagen para la ciudad y su situación no impedía la entrada de droga", se justifica el alcalde. También advierte de que las malas condiciones que presentaban las barreras flotantes suponían un peligro para la vida de los que tenían el deber de abrirlas y cerrarlas. A cambio, toda la ribera del río será remodelada para construir un paseo fluvial con accesos peatonales y bicicletas. El Ministerio de Medio Ambiente será el encargado de esta inversión, aunque el Ayuntamiento deberá hacerse cargo de la expropiación de unos 5.000 metros cuadrados de naves en desuso. "Cuando todo el paseo esté adecentado, ya no pasarán las pateras con droga", afirma convencido Quirós, que sugiere: "Si hay que poner unas cámaras mientras tanto, que se pongan".

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