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Un laboratorio en la calle

El proyecto Citylab acerca la tecnología del sector cerámico al ciudadano

María Fabra

Baldosas inteligentes, juegos tecnológicos en cerámica y marquesinas que desprenden calor son algunos de los experimentos que se pueden encontrar en la ciudad de Castellón, escenario del proyecto Citylab. El laboratorio se ha trasladado a la calle y los artilugios pueden ponerse a prueba no sólo entre cuatro paredes, sino en los espacios abiertos, para los que están ideados. Se trata de tecnología aplicada al sector cerámico, eje económico de la provincia, que alberga el 95% de la producción de azulejos de España.

Con el impulso del Ayuntamiento de Castellón y el trabajo del instituto de Biomecánica de Valencia y de la empresa TAU, la capital de La Plana se está convirtiendo en escaparate de todas estas propuestas. En primer lugar, se presentó la baldosa inteligente, colocada junto a un semáforo, en la Ronda Magdalena, para detectar el momento en el que una persona esperaba la luz verde y activar el mecanismo del cambio para autorizar el paso. Está llamada a sustituir el "pulse el botón. Espere verde" y su objetivo es incrementar la seguridad vial. Aparentemente, es una baldosa más a las puertas de un colegio y frente a un paso de cebra, pero bajo la arcilla se encuentra un desarrollado sistema de sensores y chips que son los que le otorgan la inteligencia. También bajo tierra está el desarrollo tecnológico de un juego infantil interactivo instalado en la plaza Fadrell que premia o desaprueba, con sonidos, la posición de los jugadores que han de buscar una coincidencia de imágenes. Al igual que una gran pizarra en la plaza del Maestrazgo que permite el tradicional uso de la tiza pero que facilita la limpieza.

Castellón se convierte en el escaparate de las nuevas propuestas

Por sorprendente, uno de los experimentos más destacados y con un mayor potencial de exportación que han salido del laboratorio para ser instalados en la calle es el encendido de la calefacción instalada en un banco y en el suelo de una marquesina que marca la parada del trolebús, ubicada junto a la estación de trenes. El director de Innovación de Tau, Javier Portolés, explicó ayer las posibilidades que tienen estos sistemas en los países nórdicos, aunque confía en que la futura exhibición de otros proyectos, como juegos de ajedrez, la simulación de un piano o espacios que invitan a la lectura sean igualmente aceptados.

Sin embargo, los más llamativos no son los únicos avances que se han aplicado. El Ayuntamiento de Castellón ya ha instalado rebajes para discapacitados, con menos relieve, más visibles y detectables, y baldosas con una resistencia notoria, gran adherencia y antideslizante.

De esta manera, con la tecnología aplicada y en funcionamiento, otros ayuntamientos han comenzado a interesarse por las aplicaciones de la cerámica. El alcalde de Castellón, Alberto Fabra, explicó ayer que la instalación de algunos de estos dispositivos ya ha sido presentada en la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, donde tuvo una gran aceptación. "Son respuestas modernas a necesidades urbanas", indicó y alentó a todas las empresas cerámicas a participar en este laboratorio callejero.

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