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Alerta máxima en el Ulster

La actividad de los disidentes republicanos se encuentra en el mayor nivel de peligrosidad desde 2004 - La policía reinstaura la protección a los jueces

Pasearse por el centro de Belfast puede llevar a engaño. Las modernas oficinas y centros de ocio que se han levantado a orillas del río Lagan o los impresionantes 100.000 metros cuadrados de tiendas, cines y restaurantes del centro comercial Victoria Square, abierto el año pasado en el corazón de la ciudad, no son un reflejo de lo que está ocurriendo en Irlanda del Norte.

Por supuesto, son una prueba de que las cosas van muchísimo mejor desde que estallara la paz en 1998, pero pueden dar una idea equivocada sobre la realidad: la economía del Ulster sigue viviendo del Estado, que crea el 63% de la riqueza y uno de cada tres empleos; la sociedad sigue dividida de forma tan sectaria como siempre entre católicos y protestantes y los barrios mixtos, las familias mixtas o las escuelas mixtas son la excepción, no la regla; como tantas veces en el pasado reciente, la política vuelve a estar en puertas de una crisis; pero, quizás lo peor de todo eso, el terrorismo de los disidentes republicanos, los violentos que aun ahora se oponen al proceso de paz, está en su punto más álgido de los últimos años.

El IRA Continuidad y el IRA Auténtico siguen estando muy operativos
En el unionismo también hay crisis de disidentes, pero en el plano político

El proceso de paz ha acabado con el terrorismo del IRA, pero no con el extremismo. El informe publicado este mes por la IMC, la comisión independiente encargada de evaluar cada seis meses las actividades paramilitares en la provincia, es el más pesimista de los 22 que ha publicado hasta ahora. En los últimos seis meses, los disidentes republicanos, y en particular el IRA Continuidad y el IRA Auténtico, han seguido estando "extremadamente activos y peligrosos", señala. "La actividad de los disidentes republicanos es desde principios del verano de 2008 considerablemente más peligrosa que en ningún otro momento desde que empezamos estos informes en abril de 2004", añade.

El informe refleja una radicalización de los disidentes, que en marzo pasado asesinaron a dos soldados y un policía, y recuerda que uno de los grupos, el IRA Auténtico, ha amenazado con atentar en suelo de Gran Bretaña. Pero también confirma que el IRA (Provisional), al que en España se conoce simplemente como IRA y que ha estado en el corazón del terrorismo republicano desde los años sesenta hasta el proceso de paz, sigue alejado de la violencia y ha mantenido su lealtad a las posiciones de su liderazgo a favor de la vía política. Sin embargo, "un reducido número de antiguos miembros del IRA(p) han dado asistencia a disidentes republicanos". "Eso no es sorprendente tras la disolución de las estructuras del IRA(p)", matiza el texto.

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Desde hace semanas está creciendo el temor de que tarde o temprano haya una acción espectacular de los disidentes republicanos. El diario The Times revelaba esta misma semana que los jueces de Irlanda del Norte parecen uno de los objetivos, y que la policía ha reinstaurado la protección día y noche de docenas de jueces y les ha pedido que no utilicen sus vehículos particulares sin chequear antes si hay alguna bomba en los bajos del coche. Según su veterano corresponsal en Belfast, David Sharrock, "el nivel de la amenaza que sufre el poder judicial aumentó hace dos semanas, después de que un juez del noroeste de la provincia fuera alertado de que había sido seguido por dos conocidos disidentes republicanos cuando se dirigía a un restaurante con su mujer".

¿Es todo esto un síntoma de fracaso del proceso de paz? "Depende de lo que pensemos sobre de qué va el proceso", opina el historiador Henry Patterson, profesor de la Universidad del Ulster y uno de los más prestigiosos expertos en historia contemporánea de Irlanda del Norte. "Desde luego, para los Gobiernos británico e irlandés y para los norteamericanos lo fundamental era acabar con la campaña del IRA e integrarles en el sistema. Y han tenido un éxito extraordinario en eso".

"Esa gente", dice en referencia a los disidentes, "no tiene una estrategia, no tiene fuerza electoral significativa". "Los provos lo intentaron durante 30 años y no llegaron muy lejos. No tuvieron éxito. Esa gente no va a tener éxito. No vamos a ir atrás, a aquellos malos tiempos del pasado, los disturbios. Los disidentes dicen que lo que quieren es desestabilizar, crear el caos, dividir... Quién sabe lo que quieren, pero desde luego no es eso lo que la mayoría de la gente quiere. Pero la corriente general de los provos ha roto con ellos. Han tardado 30 años, pero aprendieron que era un camino hacia ninguna parte", añade Patterson.

También en el unionismo hay crisis de disidentes, pero en este caso en el plano político. Uno de los factores que permitieron restaurar la autonomía y la formación de un Gobierno encabezado por el Partido Unionista Democrático (DUP) del reverendo Ian Paisley y el Sinn Fein fue el compromiso de los republicanos de aceptar como propia a la policía de Irlanda del Norte y el compromiso del Gobierno británico de, llegado el momento, transferir a la Asamblea del Ulster las competencias en materia policial y judicial. Para los republicamos, ese momento ya ha llegado. Pero los unionistas del DUP se resisten a ello alegando que su comunidad aún no tiene la suficiente confianza en el Sinn Fein.

Las dudas del DUP esconden sobre todo una profunda división en el movimiento unionista, fracturado por la decisión del partido de Paisley de aceptar gobernar con los republicanos. "Los votantes del DUP son presbiterianos", explica Patterson. "Ganaron las elecciones con una perspectiva falsa: mucha gente que les votó creía que nunca gobernarían con el Sinn Fein. Desde 1998 pasaron casi todo el tiempo criticando a David Trimble", que era entonces el líder del unionismo moderado y ministro principal de Irlanda del Norte. Pero al final, en mayo de 2007, también el DUP acabó pactando y gobernando con el Sinn Fein.

Aquel acuerdo provocó la salida de uno de los cofundadores del partido, el carismático y radical Jim Allister. Allister perdió en las últimas europeas su escaño en Estrasburgo, pero con un porcentaje de votos tan alto que su nueva formación, Voz Unionista Tradicional, amenaza con dividir el voto que ahora va al DUP. Eso puede tener consecuencias enormes porque, desde los acuerdos de Saint Andrews, el cargo de ministro principal no está reservado al bloque más grande en la Asamblea, sino al primer partido. Y, con el voto unionista dividido en tres grandes formaciones, el primer partido del Ulster puede ser el Sinn Fein.

"Si hay unas elecciones a la Asamblea existe el peligro real de que haya un Ejecutivo con mayoría de ministros unionistas, pero un ministro principal del Sinn Fein. No puedo imaginar que ésa sea una opción viable. Provocaría una crisis", advierte Henry Patterson.

Una mujer empuja el carro de su bebé ante un miembro de la policía de Irlanda del Norte.
Una mujer empuja el carro de su bebé ante un miembro de la policía de Irlanda del Norte.REUTERS

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