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Guerra 'a muerte' en las Cortes

El 'caso Gürtel' pone patas arriba el debate político valenciano. Luna dice que el presidente sólo quiere resistir sin cambiar nada

La corrupción, o mejor dicho, la negativa cerrada a asumir cualquier responsabilidad por ella, ha llevado a una auténtica apertura de hostilidades en las Cortes Valencianas. La última sesión de control parlamentario de 2009 al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, se convirtió ayer en una guerra a muerte.

El propio presidente se vio sobrepasado por la tensión de la exigencia de explicaciones por los escándalos relacionados con el caso Gürtel que le implican personalmente y que reiteraron todos los grupos de la oposición. Y convirtió en una barbaridad dialéctica, con la acusación al portavoz socialista, Ángel Luna, de desear matarlo, la táctica del PP de negar la existencia misma de corrupción alguna y contraatacar a los socialistas con dureza.

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Si hace unos días el presidente de la Diputación de Valencia y del PP provincial, Alfonso Rus, dejó clara la consigna cuando exclamó "¡A por ellos!", a lo que Luna respondió que, pese a no ser muy alto, hace tiempo que no teme a los "matones de discoteca", ayer el flamante portavoz parlamentario del PP, a la par que consejero de Solidaridad y Ciudadanía, Rafael Blasco, se vio en la tesitura de defender ante los micrófonos de la SER que la grave acusación de Camps en el pleno -por la que horas después el presidente se disculpó- es "la respuesta adecuada al nivel de crispación, de tensión y de ofensas a una persona honesta como el presidente Camps y a un gobierno honesto y transparente". Blasco reiteró el argumento de que no hay pruebas "sustanciadas en clave judicial" y el portavoz socialista, también ante los mismos micrófonos, explicó que la opacidad del Consell les ha llevado a recurrir a los juzgados, con una querella basada en la investigación de la Brigada Policial de Blanqueo de Capitales. "Camps está literalmente de los nervios", dijo Luna, "por no aceptar la realidad de que ha tenido relaciones muy estrechas con una trama de corrupción que no puede explicar", una trama que ha hecho desaparecer "mucho dinero de todos los valencianos".

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Pero si Blasco se empeñó ayer en mantener una apariencia de normalidad en la radio en las relaciones entre el Consell y la oposición, en las Cortes Valencianas el PP y la oposición han roto todos los puentes.Camps se negó ayer a reconocer la legitimidad de los portavoces de la oposición. El presidente pidió explicaciones al socialista Ángel Luna y a la portavoz de Compromís, Mònica Oltra, por ocupar sus respectivas portavocías sin haber sido candidatos a la Presidencia de la Generalitat. Un argumento que causó estupor, incluso, en las filas del PP, que en lo que va de legislatura ya ha tenido tres portavoces parlamentarios distintos.

Luna echó por tierra todos los cambios realizados por Camps en la cúpula del PP y en el grupo parlamentario popular. "Es un movimiento defensivo. Su único proyecto político es resistir", dijo el portavoz socialista, que preguntó a Camps si sigue sólo por la prerrogativa de ser juzgado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana en vez de por un juzgado ordinario.

"Cuando se esconde tras una querella [presentada por el PSPV por supuesta financiación ilegal del PP] y el insulto, es que no tiene nada que decir a los ciudadanos", replicó Camps, que llegó a acusar al portavoz socialista de poner en peligro los 10.000 puestos de trabajo de las empresas que han sido denunciadas por haber financiado, supuestamente, de manera ilegal a los populares. Luna, lejos de perder la compostura tras ser acusado por Camps de querer matarlo, utilizó las repreguntas para mantener sus acusaciones de opacidad y corrupción.

El presidente valenciano, visiblemente nervioso, asumió personalmente todas las réplicas para negar todas las acusaciones socialistas (aunque a primera hora de la noche pidió disculpas por acusar a Luna de desear su muerte). Mònica Oltra tampoco contribuyó a serenar el ánimo de Camps. "¿Si no tiene nada que ocultar por qué han destituido Costa?", dijo la portavoz de Compromís. Oltra acusó al presidente de llevar la política al ridículo. "Gürtel lo representa usted por mucho que cambie las sillas en el PP", sentenció.

Para Camps, el caso Gürtel es "un hilo abierto, no se sabe bien por quién" para que los populares pierdan el Gobierno. El presidente insistió en que no hay ningún imputado valenciano, ninguna irregularidad detectada y que las encuestas les dan mayoría.

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