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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

George Zoritch, símbolo del ballet masculino del siglo XX

Fue bailarín estrella de los Ballets Russes de Montecarlo

El primer bailarín y maestro George Zoritch murió el 1 de noviembre a los 92 años en un hospital de Tucson, Arizona, donde estaba ingresado por una fortuita caída doméstica. Nacido, en Moscú el 6 de junio de 1919, se le consideraba un bailarín fundacional del ballet norteamericano, donde se radicó desde los años cuarenta del siglo XX.

Antes, con la Revolución Rusa, emigró con su madre y su hermano a Kovno (Lituania) y de ahí a París, donde estudió desde los 14 años con Olga Preobrajenskaia, Anatol Vilzak, Bronislava Nijinska y Anatol Obújov, para debutar de la mano de Ida Rubinstein en 1933. De allí pasó al Ballet Clásico Ruso de Victor Dandré, viudo de Anna Pavlova, que en 1935 lo introdujo con Nijinska en los Ballets Russes.

Desde siempre se le ha considerado uno de los iconos de belleza masculina en el ballet clásico del siglo XX por su línea física, proporciones y carácter de danseur noble, un artista capital de la primera generación posterior a la Era Diaghilev. Todas las bailarinas querían tenerlo como pareja escénica, y así bailó con Alicia Markova (Giselle), Maria Tallchief o Tamara Tchinarova (Les presages), y fue ocasional partenaire de Patricia Bowman en musicales de Broadway en 1941.

Zoritch, en palabras de Tallchief, estaba nacido para bailar, dotado de un físico único y una personalidad subyugante. Su encarnación de La siesta del fauno hizo vibrar a públicos de todo el mundo por su sensualidad apolínea y su vigor, y sus fotos son hoy mitos iconográficos de una época (también fue retratado infinitud de veces y con poca ropa por Carl van Vechten y Serge Lido, especialmente en El espectro de la rosa). La crítica ruso-francesa Irene Lidova dijo de Zoritch: "Se le puede comparar con los muchachos esculpidos por Praxíteles".

Fue escogido por Leonidas Massine para estrenar varios de sus ballets, como Jardín public (1935) y Symphonie fantastique (1936) junto a Nina Verchinina, desarrollando una carrera alternativa en las compañías René Blum, del Colonel de Basil y, después, del Marqués de Cuevas, que alternaban y pujaban por la denominación "Ballets Russes". También formó parte del Ballet del Teatro Colón de Buenos Aires. Volvió a Rusia en 1987 como invitado a un jurado en Perm.

Documental memorable

En un memorable filme documental de 2005 de Dayna Goldfine y Dan Geller, Zoritch mismo era el eje de la película junto a sus adoradas bailarinas rusas de antaño (se reunieron en Nueva Orleans en 2000), reviviendo escenas y recuerdos. Como él mismo dice a cámara, su "canto de cisne" escénico fue en 1962 y en 1964 puso un estudio de danza en Hollywwod, por el que pasaron muchas estrellas del celuloide y futuros bailarines clásicos.

Poco después entró en contacto con la Universidad de Arizona, donde fue profesor emérito hasta su muerte. Escribió sus memorias, Ballet mystique, en 2000 y publicó un tratado, Selección de los 50 principales ejercicios de barra y centro para profesores y alumnos de ballet, muy difundido. Fue protagonista de todos los clásicos y de otros grandes ballets de Massine como Laberinto (con decorados y trajes de Salvador Dalí); Nobilísima visione, con música de Paul Hindemith, y Rojo y negro (con vestuario de Henry Matisse). Entre otros filmes apareció en Night and day (1946) y Sansón y Dalila (1949).

George Zoritch en Florencia, en 1937, retratado por Leonide Massine.
George Zoritch en Florencia, en 1937, retratado por Leonide Massine.

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