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Reportaje:

Losa fiscal en Irlanda

La economía de la isla da tímidas señales de recuperación a costa de un deterioro de las cuentas públicas

Los contrastes dominan Irlanda. En tres años, el país ha pasado de ser la economía más dinámica de la zona euro, con un crecimiento medio del 5%, a convertirse en la más perjudicada por la actual crisis económica mundial. Las previsiones de la OCDE indican que el país otrora conocido como el "tigre celta" verá menguar su PIB un 9,8% este año, mientras que el Ejecutivo apuesta por una caída del 7,7% en los próximos presupuestos. Sea como sea, Irlanda será la economía con la mayor contracción del mundo desarrollado y una de las pocas que no crecerá en 2009.

De esta manera, Irlanda completará en 2010 tres años de caídas consecutivas en su crecimiento, algo impensable a mediados de esta década, cuando era presentada como el mejor ejemplo de flexibilidad laboral y fiscal, dinamismo y crecimiento. El desplome comenzó el año pasado tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, que representaba el 21% de su PIB, pero se consolidó este curso con el desplome de la inversión extranjera -la formación de capital fijo caerá un histórico 34% este año- y del consumo interno, que se reducirá un 7,2%.

La deuda pública se disparará este año hasta el 76% del PIB

Con todo, estos malos síntomas comienzan a remitir y a partir del segundo trimestre las caídas han comenzado a suavizarse. En este periodo, el consumo de bienes y servicios -60% del PIB irlandés- ha crecido un 0,5% con relación al trimestre anterior, primera cifra positiva en casi un año. Del mismo modo, en este periodo las exportaciones crecieron un 0,2%, rompiendo cinco trimestres de retrocesos y con una tendencia generalizada a la baja en toda la zona euro y en EE UU.

Son síntomas favorables que no impedirán que la economía irlandesa caiga más de un 1% en 2010 -un 1,5% según la OCDE-, arrastrando un peligroso déficit fiscal. Es precisamente este desequilibrio público el principal problema de Irlanda, que en su afán de reactivar la economía y rescatar a los bancos locales ha descuidado sus cuentas. Las previsiones estatales indican que este año el déficit público llegará al 12,9% del PIB y al 12,8% el próximo -11,5% y 13,6% para la OCDE-, cifras que cuadruplican el máximo permitido por el Pacto de Estabilidad de la Unión Europea.

Del mismo modo, la deuda pública se disparará este año hasta el 76% del PIB. Por ello, los expertos han advertido al Ejecutivo local que debe poner en marcha cuanto antes un plan para reducir los gastos y aumentar los ingresos mediante nuevos impuestos. Del mismo modo, indican que los problemas del sector bancario deben ser resueltos a un "coste razonable". Con ello se pide implícitamente que se moderen las ayudas a la banca mediante la compra de activos tóxicos por parte de la entidad pública National Asset Management Agency (NAMA).

¿Y qué dice Dublín? El Gobierno ha lanzado un plan de recortes en el aparato estatal y evalúa la puesta en marcha de un impuesto a la propiedad, una medida avalada por los analistas locales. Para 2010 se espera que estas estrategias reporten un ahorro al Estado equivalente a 4.000 millones de euros, estímulo que equilibrará el déficit, pero no lo reducirá. Con todo, se extraña un plan a largo plazo que permita devolver a Irlanda la estabilidad presupuestaria que recuperó después de ingresar al euro tras varias décadas de elevada deuda y descontrolado déficit.

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