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Pastrana culpa del paro a la "codicia neoliberal"

El 50% de la nueva ejecutiva regional de UGT está formado por mujeres

El educador social Manuel Pastrana Casado (Archidona, 1961) inició ayer su cuarto mandato al frente de la UGT en Andalucía reclamando a sus delegados y afiliados "un trabajo más cohesionado (...) que facilite la capacidad de acción" y culpando al "neoliberalismo codicioso" de la sangría de parados que sufre la comunidad, 998.000 personas según la última Encuesta de Población Activa. Pastrana fue reelegido ayer en un congreso en el que, tras la retirada de la candidatura del líder de UGT Córdoba, Jesús Comino, la única incógnita era la amplitud del apoyo que cosecharía.

Finalmente, Pastrana recabó un 80% de los votos, cifra que, aunque suene a búlgara, representa su peor registro desde que en 1998 llegó al cargo tras derrotar por sólo cuatro votos al entonces secretario general Juan Mendoza. El reelegido, que se afilió en 1984, encabeza la primera central sindical andaluza en términos de representación: el 43% de los delegados de los centros de trabajo de la región pertenecen a la Unión General de Trabajadores. El sindicato hermano del PSOE cuenta en la región con más de 225.000 afiliados, el 10% de los cuales se ha registrado en los últimos cuatro años.

Antes de dedicarse a tiempo completo a la representación laboral, Pastrana trabajaba en la residencia de acogida de menores de la Diputación de Jaén. Ayer advirtió de que UGT-Andalucía "confrontará con todo aquel que vaya en contra de los intereses de los empleados. Se realizarán las movilizaciones y propuestas a las administraciones si son necesarias". En el auditorio estaban presentes el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías; las consejeras de Obras Públicas y de Justicia y Administración Pública, Rosa Aguilar y Begoña Álvarez, y el secretario regional de CC OO, Francisco Carbonero.

La clausura del noveno congreso ugetista, del que sale una ejecutiva de 14 miembros, la mitad de los cuales son mujeres, estuvo presidida por el secretario general de la federación, Cándido Méndez. El líder de UGT reclamó "una reforma empresarial, no laboral" para salir de la crisis económica y acabar con "los abusos en la contratación temporal".

Méndez rechazó que España necesite la reforma laboral que preconiza la patronal y mucho menos con la excusa de la pérdida de competitividad de la economía nacional. El máximo dirigente del sindicato afirmó que países como Irlanda y Lituania, donde se destruyen más empleos que en España, tienen mayor competitividad, y alegó que en Alemania, el país europeo con mayores dificultades para despedir, no se han perdido tantos puestos de trabajo.

"La diferencia con Alemania es que las empresas usan las tres erres: retener, reclasificar y reubicar al trabajador, mientras que los empresarios españoles utilizan solo una erre, la de rescindir contratos", afirmó. Frente a las ideas de reforma por el lado de los derechos de los trabajadores, Méndez repuso que en España los salarios son más bajos que el promedio de la vieja Europa y los beneficios empresariales son más altos.

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