El colorido de la abstracción
La obra de Emanuel Seitz (Munich, 1973) ha estado entre las piezas más valoradas en las últimas ferias de Basilea o Arco. Representante de las últimas corrientes del expresionismo abstracto, versión europea, su obra se puede contemplar hasta el 18 de julio en la galería Heinrich Ehrhardt, en San Lorenzo, 11. Seitz expone nueve de sus últimos acrílicos sobre lienzo realizados en gran formato junto a una amplia selección de obra sobre papel.
Los acrílicos son un alarde de la forma de entender el color del artista alemán. En cada pieza, están todos los colores. El azul marino se mezcla con el negro, el verde o los rojos. Sólo varía la luz, algo que consigue al volcar los disolventes directamente sobre la obra. Las capas de pintura son a veces espesas y otras ligerísimas, casi transparentes. Como hacía Georges Braque, Seitz lanza pintura a la espera de que el cuadro se vaya conformando según su capricho.
En unos momentos en los que la pintura ha sido ninguneada por soportes artísticos como el vídeo o la fotografía, Emanuel Seitz le da una categoría de primer orden dentro del panorama del arte. Seitz presenta una peculiar versión del expresionismo abstracto en unas piezas que recuerdan la obra del artista granadino José Guerrero.
