'Nada mejor que hablar de 'Perdidos''
Entre sus letras mundanas y guasonas y esos ojillos verdosos, al barcelonés Rafa Pons no dejan de crecerle los admiradores (y no digamos las admiradoras). Tiene 31 años y asume que su doble condición de cantautor e hijo único le avala como "perfecto ególatra y vanidoso", pero no se lo crean del todo: su tema Olvídate de ti es un buen ejemplo de que nada es lo que parece. Anoche presentaba en la sala Caracol su segundo disco, Insisto, un secreto a voces gracias, sobre todo, a una canción contagiosísima, No hay sexo seguro (y no es un chiste fácil). El videoclip lo protagoniza Carlos, el de Contigo no, bicho, ese monólogo a pie de nevera con más de tres millones de visitas en YouTube.
"Más de un cantautor culé se quedó afónico con el gol de Iniesta en Stamford"
Pregunta. ¿Es razonable que, por obra y gracia de Internet, se haga famoso un tipo en gayumbos?
Respuesta. No puedo ser objetivo. Soy fan de Carlos, un tipo fantástico y simpatiquísimo. Todos tenemos algún primo que se le parece. Mola que, sin necesidad de promoción, un montón de gente se haga cómplice de un discurso, una actitud y un sentido del humor.
P. ¿Es usted de los cantautores que bailan las canciones del verano?
R. ¡Absolutamente! Bailo muy mal, como todo músico, pero no tengo inconveniente en marcarme unos meneítos en cualquier playa de Gandía. Asumamos de una vez por todas que los purismos son un coñazo.
P. O sea, que no hay que echar a correr si usted, señor cantautor, asoma por la puerta...
R. Nooo. Ya sé que el término tiene su carga peyorativa, de tostón social y trascendente. Pero ser cantautor te permite más licencias, como acercarte a una rumba o una ranchera y destrozarla con mayor impunidad.
P. Titula el disco Insisto. ¿Con qué se nos va a poner usted más pesadito?
R. Con la fórmula: música pegadiza y un punto diferente, distintivo, en las letras. Me obsesiona la claridad, que se me entienda con independencia de que hable de lo cotidiano o lo sustancial. Ése es el grito de guerra.
P. Está usted abonado a la primera persona. ¿Cuánto hay de confesión y cuánto de película?
R. Se combinan ambos ingredientes misteriosamente, pero no desvelaré la proporción. A veces mientes como un cosaco y con el tiempo tus historias se hacen realidad.
P. Le dedica Rompiendo el hielo a una novia que le salió rana. A ver si le van a coger miedo...
R. Espero que no: nadie me lo ha comentado, por ahora. El melodrama de la pareja da mucho juego y permite introducir otros ingredientes temáticos.
P. ¿Para cuándo una canción sobre el gol de Iniesta en Stamford Bridge?
R. Hay que hacerla, sí, aunque más de un cantautor culé se quedó afónico con ese gol y tuvo que suspender su bolo del día siguiente. Hay pocas cosas más divertidas que hablar de fútbol y de la serie Perdidos.
P. Culé, barcelonés y de los Pons. ¿No se le enfada algún amigo por esa manía suya de cantar siempre en castellano?
R. Que va. Mi padre es de Madrid y yo me siento como un puente aéreo.
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