PSE y PP alcanzan un acuerdo estable que da prioridad a la lucha contra ETA

Después de tres reuniones públicas, varias más reservadas y el cruce de incontables mensajes electrónicos, el PSE y el PP vasco cerraron ayer el pacto que convertirá a Patxi López en el primer lehendakari socialista tras 29 años de gobiernos del PNV. Aunque no fija un plazo temporal, el acuerdo va mucho más allá de la investidura de López, que el PP se compromete por primera vez de forma explícita a votar, y pretende sostener al Ejecutivo los cuatro años de la legislatura. El pacto -11 folios titulados Bases para el cambio democrático al servicio de la sociedad vasca- se configura para "garantizar una etapa de estabilidad". El PP asume el compromiso de no presentar ni apoyar ninguna moción de censura contra López si el acuerdo, para cuyo seguimiento se creará una comisión con representantes de ambas fuerzas, se cumple.

El pacto garantiza el "ejercicio efectivo" de elección de lengua en la enseñanza

Otros dos aspectos avalan la extensión del pacto para cuatro años: el futuro Gobierno socialista negociará de forma previa con el PP los Presupuestos vascos para garantizar su aprobación. Y el PSE mantendrá una "relación preferente" con los populares durante la legislatura, sin excluir acuerdos con otros partidos, pero siempre que no afecten a los acuerdos "alcanzados con el PP".

El pacto fue aprobado en la tarde de ayer por unanimidad de la Junta Directiva del PP vasco -el PSE le dio su visto bueno el sábado- y cuenta con la anuencia de las dos direcciones nacionales. Las delegaciones negociadoras lo firmarán mañana en el Parlamento de Vitoria, pero su escenificación por López y el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, se retrasará unos días. El texto, que arranca con un preámbulo en el que se apuesta por un nuevo Gobierno que "deje atrás" las políticas de "división y enfrentamiento", prioriza la lucha contra ETA y la deslegitimación de su entorno, que se quedará sin subvenciones y sin presencia en la radiotelevisión pública. Estos son los principales puntos del acuerdo:

- Lucha contra ETA. El futuro Gobierno usará "todos los instrumentos del Estado de derecho" para combatir a ETA y eliminar cualquier espacio de impunidad o intento de legitimar la violencia. No hay ninguna referencia a pasados o hipotéticos futuros procesos de negociación, pero se explicita el compromiso de que ETA "no obtendrá nunca ventaja o rédito político alguno". El reconocimiento y apoyo a las víctimas será "permanente", la Ertzaintza tendrá más medios contra la banda, se impedirán los homenajes a etarras y se eliminará de las calles cualquier simbología en su apoyo. Las asociaciones de familiares de presos que no condenen la violencia dejarán de recibir fondos. Se apoyará a los trabajadores y empresas del AVE vasco.

- La crisis. López quiere que una de sus primeras medidas sea un plan de choque contra la crisis. Por ello, convocará de forma urgente a los partidos parlamentarios, agentes sociales, Cajas de Ahorro y Cámaras de Comercio para definir las medidas que lo integrarán. Se apuesta por nuevas obras públicas y revisar los actuales presupuestos, los últimos de Ibarretxe, para suprimir gastos superfluos y liberar partidas para programas que creen empleo. El nuevo Gobierno negociará la transferencia de las políticas activas de empleo. Euskadi es la única comunidad sin ellas.

- Autogobierno. No se hace ninguna previsión explícita de reforma del Estatuto de Gernika, cuya "plena vigencia" se enfatiza. Los firmantes se comprometen a llegar con el Ejecutivo central a un acuerdo para completar el desarrollo del Estatuto "en las materias con medios pendientes de transferencia" y a normalizar las relaciones con el Gobierno central y las demás comunidades.

- Educación. Uno de los puntos clave para el PP y, junto con el euskera, uno de los que más negociación ha precisado. El PP logra que se garantice el "ejercicio efectivo" del derecho de los padres a elegir la lengua en que serán educados sus hijos. En conjunto, sale reforzado el actual sistema de tres modelos (castellano, bilingüe y en euskera) y se busca un consenso para el modelo trilingüe (con el inglés) que el PSE llevaba en su programa. Los decretos que la Consejería de Educación, de EA, aprobó para fijar el euskera como lengua vehicular en Primaria, Infantil y Bachillerato, los dos últimos ya con el Parlamento disuelto, serán derogados.

- Euskera. No habrá limitaciones para acceder a la función pública por la lengua, salvo si el perfil lingüístico lo requiere por la labor a realizar. Cualquier ciudadano se podrá relacionar con las Administraciones en cualquiera de las dos lenguas oficiales. La valoración del euskera para acceder a un empleo público será revisada de forma que su puntuación se equilibre con los méritos profesionales. Los planes de euskaldunización en la Administración serán también revisados.

- Medios de comunicación. EITB, la radiotelevisión pública, será uno de los espejos del cambio. Se abordará su "reforma profunda" para que su línea editorial "respete y defienda" el marco institucional y la pluralidad. Los firmantes trasladan a su pacto lo que llevaban años defendiendo: EITB no dará cobertura ni espacios "a los terroristas, a organizaciones ilegalizadas o a quienes les representan, justifican o amparan". La línea editorial y las "representaciones gráficas e infográficas de la programación" se limitarán al marco de la comunidad autónoma, sin perjuicio de informar sobre el "entorno cultural o territorial". Es decir, ya no habrá, por ejemplo, un único mapa del tiempo para Euskadi, Navarra y el País Vasco francés. La ley será reformada para simplificar la elección del director de EITB, vacante desde hace 13 meses.