_
_
_
_

Nuevo tijeretazo a las contrataciones de extranjeros

Pablo Linde

Cada vez son menos los puestos de trabajo que se pueden cubrir con empleados contratados en el extranjero. El Gobierno ha reducido el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura en casi un 15% para el primer trimestre de 2009. Desde que la crisis cobró más fuerza, hace seis meses, esa lista tiene un 42% de ocupaciones menos. El catálogo es una tabla que cada trimestre elabora el INEM con las demandas de trabajadores que tienen los empresarios y que no son cubiertas con el mercado nacional (y que pueden ser cubiertas, por tanto, con nuevos inmigrantes). Cada comunidad aporta una lista con las categorías profesionales que necesita.

El anuncio que hizo hace meses el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, de reducir drásticamente las contrataciones en el extranjero se va cumpliendo. Ya sólo quedan en el catálogo profesiones con una cualificación muy específica. Resisten sobre todo tres familias profesionales: la sanitaria -que, aunque también se resiente, sigue recibiendo numerosas demandas de especialidades como protésicos dentales o ayudantes-; la relacionada con la mecánica, y la del sector de metal, en la que están algunos de los profesionales más buscados, como operadores de torno o fresadores.

Ya desaparecieron hace tres meses las peticiones relacionadas con la albañilería, la asistencia en el hogar o la agricultura, que eran las que más trabajadores extranjeros aportaban a España. En el catálogo del presente trimestre quedan fuera otras como fisioterapeutas o capataces forestales.

Sin margen

Aunque en Lugo, Ávila, Alicante, Asturias y Ceuta el catálogo ha aumentado, en el resto se ha recortado o se ha quedado igual. Algunas provincias y comunidades ya no tenían margen de bajada, como Andalucía, donde, desde octubre, sólo es posible contratar a deportistas y marinos (excepciones permitidas también al resto de las autonomías, en el primer caso, y a las provincias costeras en el segundo). En las demás, las posibilidades de quitar puestos del catálogo son cada vez más limitadas. Por eso, provincias como las catalanas apenas pierden tres categorías profesionales cada una.

Otras sí cayeron en picado. Los empresarios de Aragón, por ejemplo, podían buscar fuera a 31 tipos de profesiones. Ahora sólo pueden hacerlo los clubes deportivos. En Valencia la lista baja a la mitad; y en Madrid se ha perdido el 40% de profesiones en tres meses.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_