El Parque Central, en barbecho

La operación que reordenará por completo la red ferroviaria de Valencia avanza a buen ritmo y sin pausa posible para cumplir el compromiso del Gobierno de que el AVE llegue a la ciudad en 2010. Las obras progresan en suelo municipal y las máquinas despejan ya la zona en la que se ubicará la estación provisional para recibir al AVE en superficie mientras se concluyen en subterráneo el canal de acceso al centro y el eje pasante hacia Castellón. Los pasajeros llegarán finalmente a los andenes de una nueva estación diseñada por el arquitecto César Portela que culminará una compleja planificación de un coste cercano a 1.000 millones de euros.

Hasta ahí, la planificación ferroviaria. Pero la operación que cambiará la piel de la ciudad tiene otra vertiente, la urbanística, que duerme en un cajón mientras avanza el AVE. El soterramiento de la playa de vías -un terreno ocupado también por edificios ferroviarios, naves y otras actividades- en pleno centro liberará 1,36 millones de metros cuadrados entre la actual estación y el bulevar sur. El Ayuntamiento de Valencia, tras una espera de 17 años, aprobó en mayo de 2006 la ordenación urbanística de esta amplia zona, dividida en varias unidades de ejecución para crear avenidas, manzanas residenciales y medio millón de metros cuadrados de zona verde. Todo ello coronado por la pieza emblemática que da nombre a la actuación, el Parque Central, la gran mancha verde de Valencia. Con los parámetros de edificabilidad y de ordenación fijados, el plan aguarda un empuje que no acaba de llegar. Hay tiempo, piensan en el equipo de gobierno del PP. "Hay que empezar ya", opina, por el contrario, el concejal socialista Vicente González Móstoles.

De hecho, una vez aprobado el planeamiento, la Sociedad Valencia Parque Central adjudicó en julio de 2007 el estudio que contiene el análisis funcional del futuro parque. Servirá de base de la convocatoria de un concurso internacional de arquitectos y urbanistas para el diseño del gran jardín. Sin embargo, el estudio no se ha dado a conocer y tampoco está convocado el concurso.

En la sociedad del Parque Central están integrados el Ministerio de Fomento y Adif, con el mayor esfuerzo económico (por encima de los 400 millones de euros); la Generalitat (con una aportación pendiente de 75 millones), y el Ayuntamiento, que deberá generar 310 millones con las plusvalías urbanísticas de la zona, en la que cerca de la mitad del terreno es del Gobierno y el resto, de propietarios privados. El Consistorio dirigido por Rita Barberá tiene la competencia sobre la ordenación, y también tendrá la última palabra sobre el diseño del jardín, pero hasta el momento se ha centrado en el proyecto de la nueva estación, con varias polémicas, y ha relegado el desarrollo urbano a un segundo plano. Y el jardín sigue en barbecho.

Las dos unidades más alejadas del parque, las de Camí Reial y Sant Marcel·lí, en el entorno del bulevar sur, son las únicas con una propuesta de agente urbanizador en trámite. Entre ambas se construirán 1.350 viviendas (con un 25% de VPP), y el procedimiento se ha iniciado sin esperar a que acaben las obras del AVE.

Por eso argumenta González Móstoles que debería adelantarse la programación del resto del suelo y del jardín, en cuyos vértices se levantarán cuatro torres de 25 pisos muy criticadas. El concejal aboga por no esperar a que sea la iniciativa privada la que impulse la urbanización, y propone que la asuma la entidad pública estatal Sepes, que también se encarga de la ejecución de las viviendas en los antiguos cuarteles pegados al Parque Central.

González Móstoles defiende un "liderazgo público" para que la actuación de mayor envergadura de Valencia logre "una ordenación de calidad, por ejemplo, con un concurso internacional de proyectos" que incluso abra la opción de cambios en el planeamiento aprobado si con ello lo mejora. "Hay tiempo, pero hay que empezar ya", insiste el concejal. Además del concurso para disponer de "un proyecto de jardinería avanzado" del Parque Central y de un plan de urbanización "de calidad que incorpore el talento", los socialistas proponen revisar los usos para primar "el terciario avanzado en una zona que es estratégica", y también la vivienda protegida dotacional para jóvenes y mayores en las torres del sur.