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El Parlamento aprueba su nuevo Reglamento después de diez años de bloqueo

El País

El pleno del Parlamento aprobó ayer la reforma de su Reglamento, un cambio estancado durante los últimos 10 años por las discrepancias entre los grupos. Una de las claves del debate era la necesidad o no de jurar la Constitución y el Estatuto para poder acceder al escaño. Finalmente esta exigencia no se incorporó al Reglamento para cerrar un consenso que los sacase adelante. La ley fue respaldada por los grupos del tripartito, los socialistas, y Aralar, mientras que votaron en contra el PP y EHAK.

El nuevo Reglamento suma 242 artículos, tres disposiciones adicionales, dos transitorias, una derogatoria y otra final. Socialistas y PP mantuvieron hasta el final sus enmiendas para hacer obligatoria la jura o promeesa de la Constitución, pero fueron rechazadas por el resto de grupos. La no inclusión de este requisito llevó al PP a votar en contra de todo el dictamen.

Las principales novedades que incluye son la regulación de los permisos por maternidad o paternidad de los parlamentarios, que permitirá delegar el voto en otro representante; el desarrollo de plenos de control al Gobierno (con preguntas e interpelaciones) con una periodicidad quincenal, la reducción de cinco a tres del número de parlamentarios precisos para formar grupo o la posibilidad de comparecencias en las comisiones por medio de vídeoconferencia de los consejeros u otras personas que no puedan acudir.

Debate constitucional

Durante el debate, el peneuvista Jose Antonio Rubalkaba explicó que su grupo se opuso a incluir la jura o la promesa de la Constitución porque los partidos no nacionalistas "siempre la han utilizado para que el pueblo vasco no pudiera avanzar en sus libertades". Rubalkaba indicó que en sus casi 29 años como parlamentario nunca se ha salido de la Constitución y espetó al PP que ellos sí del Estatuto.

El socialista Rodolfo Ares defendió la postura posibilista de su grupo, aunque advirtió de que su propuesta de acatamiento es una "cuestión de principios", por lo que seguirán intentando que lo recoja el Reglamento en el futuro. Ares dijo que no hay "ningún problema" para que los parlametarios vascos prometan o juren el ordenamiento, por el que existe el Parlamento y regula las libertades.

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Carlos Urquijo, del PP, lamentó la "mezquindad" de quienes no quieren hacer una muestra pública de acatamiento a la Constitución y el Estatuto, la "arquitectura institucional" que permite las votaciones. Nekane Erauskin, de EHAK, se congratuló de que no se recoja este acatamiento, pero criticó la no introducción de la ciudadanía navarra como "vasca".

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