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Reportaje:El futuro de Europa

Rusia frena el despliegue de sus misiles

La UE y Moscú deciden esperar hasta la cumbre sobre seguridad europea de 2009 - Francia se distancia de Washington y apuesta por reactivar el diálogo con el Kremlin

Andreu Missé

Los asuntos de seguridad dominaron los debates de la cumbre Unión Europea-Rusia celebrada ayer en Niza, antes de que sus dirigentes salieran para Washington. La creciente preocupación por la herida provocada por la guerra de Georgia y la escalada de amenazas sobre despliegues de instalaciones militares en Polonia, República Checa y Kaliningrado, se impuso a las discusiones sobre la crisis financiera o la seguridad energética. La reunión no acabó con conclusiones concretas, pero el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y su homólogo ruso, Dmitri Medvédev, manifestaron su propósito de no desplegar nuevos misiles ni escudos antimisiles antes del acuerdo sobre seguridad europea que debería alcanzarse en una cumbre prevista para medidos de 2009.

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Sarkozy se distanció ayer claramente de la estrategia de Washington de establecer escudos antimisiles en Polonia y la República Checa y al mismo tiempo expresó su "preocupación" por las recientes manifestaciones de Medvédev de responder a estas acciones con la instalación de misiles en Kaliningrado, un pequeño enclave ruso entre Polonia y Lituania.

El presidente francés explicó, en la conferencia de prensa posterior a la cumbre, que había expresado a Medvédev la preocupación de los Veintisiete "por sus manifestaciones" y le propuso que "no hubiera ningún despliegue más en ningún enclave hasta que se hayan discutido las nuevas condiciones geopolíticas para la seguridad paneuropea". En este sentido, precisó: "Como presidente de la UE, propuse que a mediados de 2009 [junio o julio] nos reuniremos para establecer los fundamentos de lo que podría ser el futuro de la seguridad europea. Allí discutiremos todos los temas".

La reunión del próximo año se celebrará en el marco de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE). La preparación del encuentro se desarrollará en la cumbre de la OTAN prevista para abril en Estrasburgo, en la que será la primera visita oficial del nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a Europa. La cita de abril, con la nueva estrategia de política exterior de Estados Unidos ya en marcha, podría ser el escenario adecuado para rediseñar las relaciones de seguridad entre Occidente y Rusia. La celebración de la reunión en territorio francés asegura también a Sarkozy mantenerse en el primer plano del escenario internacional, cuyo protagonismo decaerá al dejar la presidencia de la UE a finales de este año.

Medvédev respondió positivamente aunque con sobriedad a la celebración de una reunión sobre la seguridad paneuropea a mediados de 2009. En esta cuestión coincidió con Sarkozy: "Antes de la firma de un acuerdo global sobre seguridad europea, deberíamos renunciar a acciones unilaterales". El presidente ruso aprovechó estos comentarios para recordar que "Rusia jamás había adoptado medidas unilaterales". "Todos nuestros actos fueron una reacción al comportamiento de otros Estados que, sin discutir con nadie, han aceptado desplegar en su territorio nuevos medios", aseguró.

Para favorecer el clima de distensión, Sarkozy subrayó la deriva antimilitarista que está adoptando últimamente. Así, manifestó: "Como presidente del Consejo nunca he agitado la amenaza militar a diferencia de otros", en alusión a Estados Unidos. "No estoy seguro de que la amenaza militar haga avanzar las cosas", añadió. El presidente francés también recordó que "Europa tenía la paz en el corazón de sus convicciones" y que "entre la estrategia de ciertos amigos de Georgia y la estrategia de la Unión Europea, la de la Unión había sido más eficaz". De manera más directa advirtió de que "agitar un mar con buques militares no se sabe bien adónde conduce", aludiendo también al envío de navíos de guerra norteamericanos al puerto georgiano de Poti, en el mar Negro, con el pretexto de llevar ayuda humanitaria a Georgia.

"Entre Rusia y Europa es posible seguir con amenazas, con escudos, con misiles, con acciones de la Marina y en tierra, pero esto no conducirá a ninguna parte ni a Rusia, ni a Georgia ni a la Unión Europea", aseguró con el tono subido.

El presidente francés se refirió de manera aún más tajante a los consejos que recibió de un gran país -otra vez en clara alusión a Estados Unidos- para que "no fuera a Moscú, ni a Tbilisi para negociar un alto el fuego, ni que celebrara ninguna cumbre" para intentar detener la guerra de Georgia y encauzar unas conversaciones de paz.

Sarkozy está afinando astutamente su discurso exterior pensando ya en el talante del nuevo ocupante de la Casa Blanca. Durante los últimos días ha lanzado reiteradas críticas al Gobierno del presidente norteamericano George W. Bush. Especialmente significativos han sido sus reproches a la "responsabilidad" de las autoridades de Estados Unidos por las convulsiones financieras que ha arrastrado a toda la economía mundial a la mayor crisis conocida desde 1929.

Pero junto a las palabras propias del buen tono diplomático también hubo un capítulo para las exigencias. Tras reconocer que tres meses después de las hostilidades de Georgia Rusia había "cumplido lo esencial de sus compromisos", Sarkozy pidió, "más progresos en la retirada de tropas". Se refirió a dos puntos concretos de Osetia del Sur. "He pensado", dijo, "en el valle de Ajalgori, y en la localidad fronteriza de Perevi". Medvédev dijo que haría "todos los esfuerzos para encontrar una solución", según explicó el presidente francés.

Los presidentes francés, Nicolas Sarkozy (izquierda), y ruso, Dmitri Medvédev, ayer en Niza.
Los presidentes francés, Nicolas Sarkozy (izquierda), y ruso, Dmitri Medvédev, ayer en Niza.AFP

Otros temas de la cumbre de Niza

- Acuerdo estratégico con Rusia. El presidente de la Comisión Europea, Durão Barroso, anunció que se había abordado reanudar las conversaciones para un nuevo acuerdo estratégico con Rusia que sustituyera el Acuerdo de Asociación y Estabilización. El nuevo acuerdo, mucho más ambicioso y profundo en su contenido, es "extremadamente complejo", según reconoció Barroso. Las negociaciones fueron "aplazadas", que no "suspendidas", por la guerra de Georgia, y su reanudación contaba con el rechazo de Lituania y Polonia. Las negociaciones comenzarán el 2 de diciembre.

- Reunión del G-20. Medvédev aseguró que las propuestas con que acudía Rusia a la cumbre del G-20 de Washington eran muy próximas, por no decir "idénticas", a las de la Unión Europea. Para Sarkozy, "las propuestas rusas son de gran calidad técnica y se acercan mucho a las europeas". Europa espera que de la reunión en Estados Unidos "salgan decisiones fuertes". Tanto Rusia como la UE quieren una reforma profunda de las instituciones internacionales.

- Seguridad Energética. Europa está seriamente preocupada por su dependencia energética de Rusia. La UE busca un acuerdo de estabilidad de producción y comercio con Moscú. Se trata de alcanzar un compromiso recíproco entre ambas partes. Bruselas se comprometería a adquirir ciertas cantidades de gas y petróleo a largo plazo y Rusia debería garantizar el suministro sin interrupciones y una horquilla de precios estables. El 42% del gas importado por la UE procede de Rusia, que cuenta con el 25% de las reservas probadas de ese combustible.

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