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La protesta por una agresión deja sin clase a 700 alumnos de Huelva

Una profesora está de baja por los golpes que recibió de una quinceañera

Una alumna de 2º de ESO agredió a una profesora el pasado jueves en el Instituto de Secundaria Saltés, en Punta Umbría (Huelva), causándole un hematoma en la espalda y problemas de ansiedad y estrés. Los 80 profesores del centro decidieron ayer suspender todas las clases por lo que los 700 alumnos del centro se quedaron en sus casas.

Los docentes, que dicen estar muy hartos, hablaban de la necesidad de tomar medidas urgentes contra los problemas de disciplina y convivencia que están sufriendo en los últimos meses. Algunos padres de alumnos señalan que no es la primera vez que sucede algo así pero desde el centro no lo confirman. El agravante del caso, según los profesores, es que durante el incidente otros niños jaleaban a la chica para que continuara la agresión. "Y hasta aquí hemos llegado", se enfadaba ayer la directora del instituto, Ana Santamaría. La docente se encuentra de baja desde lo sucedido.

Un grupo de sus compañeros jaleaba a la agresora cuando pegaba a la profesora

Compañeras de la agresora la describen como una niña de 14 o 15 años que siempre viste chándal, más alta y robusta que el resto y a la que muchos niños agreden durante el recreo. "Hace poco la tuvieron que ingresar a ella porque un chico y una chica le dieron una paliza", cuenta la alumna Rosa Morales, de 14 años. "Lo que es raro es que haya pegado ella", añade. Las tres describen a la profesora como pequeña, bajita y delgada. Sobre lo ocurrido cuentan: "La maestra pidió a la chica que se saliera de su clase porque no la tocaba estar allí. Que si no, la pondría un parte. La niña se enfadó, fue hacia ella, le empujó muy fuerte y la tiró", resumen las chicas.

"El Saltés siempre ha sido problemático", afirmaba Carmen María Mora, ex alumna de 25 años que vive cerca del instituto. El Saltés es el único centro de Secundaria de Punta Umbría (14.274 habitantes). Está ubicado entre la ría, llena de barcos pesqueros, y un grupo de pequeños edificios. Debido a la ausencia de estudiantes, el único ruido de ayer lo provocaban las gaviotas y los pocos pescadores que comentaban la inminencia de la próxima tormenta. Mientras tanto, en la biblioteca del centro, los 80 profesores, con cara de pocos amigos, casi empalmaban una reunión con otra. Ninguno accedía a pronunciarse sobre este asunto "tan delicado". La primera asamblea general se produjo a las 9.15. La última se alargó hasta las 15.00. "Es un claustro permanente", definía la directora muy seria. "Estamos agotados pero hemos llegado a algunas conclusiones", declaró.

Una de ellas es la necesidad de fijar líneas de actuación comunes para mañana día en el que se reanudan las clases, y el resto del año académico. "Cada tutor se reunirá con su grupo y les hablará del respeto debido al profesorado, la culpabilidad de todos los implicados en el asunto (los que jaleaban también), el grado de tolerancia cero ante este tipo de actos y empatía con la víctima de la agresión".

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Desde la Delegación de Educación de Huelva, se sostiene que la inspectora se desplazó al instituto, como indica el protocolo de actuación en estos casos, para informarse sobre lo sucedido. "Se recabaron los datos necesarios y se le ofreció a la docente agredida asesoramiento jurídico y psicológico, en caso de que lo necesite", informa una portavoz. A la profesora, cuyo nombre pidieron no revelar, se le ha concedido una baja por accidente laboral, según confirmó la directora del centro.

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