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Hereu promete al PSC mayor atención a los problemas cotidianos de Barcelona

El alcalde pasa página a las obras faraónicas y apuesta por los servicios sociales

Miquel Noguer

Mensaje recibido. El congreso del partido le había pedido prestar mayor atención a los problemas del día a día y olvidarse de proyectos faraónicos. Y así se comprometió a actuar Jordi Hereu, ayer, en la clausura del cónclave del PSC barcelonés. El alcalde, que tiene dos años para consolidar su liderazgo antes de las elecciones, solemnizó su apuesta por centrarse en los retos cotidianos, que ejemplificó en la teleasistencia a los ancianos, en el impulso a los mercados municipales y en el nuevo metro de Roquetes. El PSC ha transformado "la piel de la ciudad", dijo, y ahora debe representar "el socialismo de las personas".

Hereu quiso demostrar en su discurso que es consciente de los problemas que aquejan al partido. Y que conoce el remedio. Contra la creciente abstención, el alcalde y ayer elegido presidente del PSC de Barcelona propuso reforzar el partido. En los últimos años han crecido en el seno del PSC las voces que se quejaban de la poca vinculación entre el partido y el gobierno municipal. Hereu advirtió de que pese a tener el partido mucho "poder institucional", no es momento de debilitar la organización, y añadió: "Más que nunca necesitamos al PSC con un músculo bien entrenado".

Hereu fue designado presidente con el 98,89% de los votos de los delegados, mientras que Carles Martí cosechó el 95,56% de apoyos para ocuparse de la primera secretaría de la federación. El resto de miembros de la Comisión Ejecutiva, renovada en más del 70%, fueron avalados por porcentajes entre el 95% y el 72%.

Ahora toca convencer a propios y extraños de que Convergència i Unió no es una alternativa real de gobierno. Por más que las encuestas indiquen que Xavier Trias está mejor valorado que Jordi Hereu, el partido espera que cale el mensaje de que la única posibilidad que tiene CiU para gobernar es pactando con el PP de Alberto Fernández Díaz. Carles Martí se estrenó como primer secretario y como azote de un eventual frente de derechas. Criticó a aquellos que "tienen mucha prisa y que ya van por los mercados presentándose como el nuevo alcalde de Barcelona", en alusión a Trias. "¡Qué poca vergüenza! Tienen demasiada prisa y la política no se hace con prisas y urgencias", aseveró Martí, quien concluyó que CiU sólo "piensa en el poder".

La sede euromediterránea, más cerca

La falta de consenso entre los países de la orilla sur del Mediterráneo en torno a Túnez como sede del secretariado permanente de la Unión para el Mediterráneo ha hecho ganar enteros a la candidatura de Barcelona. La falta de entendimiento entre estos países se evidenció en la reunión que el pasado sábado mantuvieron sus embajadores en el Cairo convocados por Egipto, país que copreside la Unión.

Fuentes conocedoras del encuentro explicaron ayer que los embajadores evitaron apostar por ninguna ciudad como sede de la Unión pese a que Túnez mantiene su candidatura. "La omisión es producto de la falta de acuerdo, y eso beneficia a Barcelona", interpretaron estas fuentes. Si los países del sur no se ponen de acuerdo en torno a la candidatura de Túnez de aquí a la próxima semana, se da prácticamente por hecho que Barcelona se hará con la sede.

Pero el Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona quieren evitar actitudes triunfalistas. Nada se decidirá hasta la cumbre de ministros de Asuntos Exteriores del 3 y 4 de noviembre en Marsella y cualquier muestra de júbilo antes de tiempo podría ser contraproducente. Y es que Malta, Túnez y Francia piensan mantener sus candidaturas hasta el final.

El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, se mostró ayer muy prudente: "Preparamos y estamos impulsando una candidatura con mucha ilusión y vemos que ciertos hechos, ciertas decisiones, apuntan hacia la buena línea".

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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