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Entrevista:RAFAEL MÁRQUEZ | Presidente de American Express España | Carreras & capital humano | nombres propios

Tarjetas a la mexicana

Carmen Sánchez-Silva

Es sevillano, pero su acento dista mucho del que gastan los naturales de la villa hispalense. Más bien nos traslada al mundo azteca. Y es que el nuevo presidente y consejero delegado de American Express España vive en México desde que tenía seis o siete años y está casado con una mexicana, con la que ha tenido cuatro hijos que, eso sí, gozan de doble nacionalidad.

Con 37 años, nadie le habría dicho a este ingeniero industrial que iba a dedicar su carrera profesional al negocio de las tarjetas de crédito. Pero justo cuando acabó su carrera le tocó la crisis del efecto tequila. "Entonces estaban de moda los especialistas en reestructuración de procesos y empecé a trabajar en Bancomer, hoy BBVA. Entré para hacerme cargo de un nuevo proyecto que se paró con la crisis. Por eso fui al área de procesos de recobro de préstamos y de tarjetas de crédito", explica Rafael Márquez.

Pese a la crisis, en España se mantiene el objetivo de triplicar el negocio

Su primer contacto con los preciados plásticos. El segundo llegó a través del banco canadiense Scotiabank Inverlat, que entró en México haciéndose con la quinta entidad del país. "Necesitaba gente que supiera inglés y que no tuviera demasiada experiencia en el mercado como para haber cogido sus vicios". Allí siguió en la actividad del recobro hasta que recibió una oferta de American Express (Amex), a la que se incorporó en 1999.

En Amex fue pasando por las áreas de consumo, marketing, ventas, seguros... y en 2001 fue nombrado director de desarrollo de nuevos productos, para convertirse, tres años más tarde, en vicepresidente de tarjetas personales, cargo que ha desempeñado hasta su traslado a España, donde están a su cargo 1.200 personas.

Y no llega en un momento boyante, aunque los objetivos que se ha trazado sí lo sean. Como asegura Márquez, la estrategia que va a seguir en España pasa por crecer, por triplicar en tres años el volumen de negocio actual de la empresa (que se niega a cuantificar, aunque se disculpa por ello). "Si bien la coyuntura económica puede hacer que este objetivo se retrase a cinco años", declara, con los ojos puestos en el largo plazo, que es lo que dice que pesa en una empresa con 158 años de historia y 58 años de presencia en nuestro país, "un mercado muy importante para la compañía, entre los doce primeros del mundo".

Aunque tal y como está el mundo... No hay que olvidar que los resultados de Amex se están resintiendo desde el año pasado como consecuencia del aumento de la morosidad y del incremento de las provisiones a que ha tenido que hacer frente para combatirla; algo que en España, de momento, no se deja ver, a pesar de que "no se puede decir que la crisis no nos ha afectado, pues se nota la baja del consumo". Para mantener la morosidad a raya, se vigila el perfil de riesgo a toda costa, se han contenido los gastos y "nuestra estrategia es generar iniciativas que nos permitan crecer, como recompensar a nuestros socios mejor que la competencia y que nuestras tarjetas se acepten en muchos comercios".

Entre tanto, este hispano-mexicano al que le cuesta decidir cuál es su patria, pero que no piensa en irse de España "ni de broma", gusta de jugar al tenis, correr, montar en bici y disfrutar del cine, sobre todo de James Bond.

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Sobre la firma

Carmen Sánchez-Silva
Es redactora del suplemento Negocios. Está especializada en Economía (empleo, gestión, educación, turismo, igualdad de género). Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Previamente trabajó en La Gaceta de los Negocios, Cinco Días, Ranking, Mercado e Ideas y Negocios. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.

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