La pesadilla se acerca
Cuatro de cada diez trabajadores piensa que perderá su puesto
Despidos, paro; más despidos y más paro. La situación económica española se complica mes a mes y todavía queda tiempo para superar la crisis, según todas las previsiones, incluidas las del propio Gobierno. Si esta semana se han conocido las últimas cifras del desempleo, que ya afecta al 11,33% de la población activa (en septiembre, cuando en junio era al 10,44%), el año que viene va a afectar al 12,5%, según el secretario de Estado de Economía, David Vegara, y al 15%, tal y como reflejan las estimaciones del Fondo Monetario Internacional.
Así, los presupuestos que propone el Ejecutivo para 2009 van a ser claramente insuficientes para hacer frente a las prestaciones por desempleo que se necesitarán. Es lo que opina la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (AGETT), que cifra en 3,5 millones de personas las que van a solicitar estos subsidios, frente a los 2,9 millones de parados que prevé el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Con una cobertura de 6.764 euros por desempleado, se debería incrementar en un 50% la dotación destinada a prestaciones por desempleo en lugar del 24,4% recogido en los presupuestos, en opinión de la asociación, es decir, de los 19.615 millones de euros cuantificados a los 23.674 millones que considera AGETT.
El alza del paro deja pequeño el presupuesto para las prestaciones
Uno de cada dos desempleados cree que no encontrará empleo en meses
Y es que, en opinión de las grandes ETT, "es imprescindible dar un mayor protagonismo a las políticas activas de empleo, con el objetivo principal de reducir el tiempo de estancia en el paro y, por tanto, el gasto que ha de soportar el erario público. Además, se limitaría la situación de desánimo que le produce a un trabajador estar fuera del mercado laboral".
Un desánimo que precisamente se manifiesta en un estudio elaborado por la empresa Randstad, del que se desprende que casi uno de cada dos parados no confía en encontrar un trabajo en los próximos seis meses. Y que, por supuesto, afecta más a los desempleados con edad superior; los mayores de 45 años son los más pesimistas. Algo que contrasta con la respuesta a la otra pregunta realizada por la compañía de trabajo temporal de origen holandés a las personas que están trabajando actualmente: si piensan que van a mantener o no su empleo. El resultado es que seis de cada diez empleados opina que va a seguir en su puesto y son los mayores de 45 años los más optimistas de todos.
A mayor nivel de estudios, mayor convicción existe respecto a la posibilidad de encontrar trabajo, y eso que el paro ya afecta a todo tipo de perfiles profesionales, según el presidente de Adecco, Enrique Sánchez, en contra de lo que ocurría hasta hace unos meses, cuando los trabajadores no cualificados eran los que lo sufrían.
La partida destinada a la formación en los presupuestos del Estado para 2009 es el único punto que AGETT ve con buenos ojos, pues ha crecido un 6,5% sobre el año anterior. Aunque otra vez vuelve a ir en la dirección opuesta de lo que hacen las compañías españolas, quienes claramente están reduciendo las dotaciones que destinan a formar a sus empleados.
No en vano, los responsables de escuelas de negocios como ESIC o ESCP-EAP, Simón Reyes y Annie Medina, respectivamente, declaran que sus centros están apreciando la crisis en el descenso de los programas de formación in company, es decir, los confeccionados a medida de empresas concretas, "cuyos presupuestos han sufrido recortes drásticos", aseguran. Sin embargo, "tenemos más alumnos que el año pasado", afirma el director general de ESIC.
"En Londres hemos apreciado mucho más la crisis que en el resto de nuestras escuelas, hasta el punto de que sólo Citigroup ha realizado un foro de empleo, cuando antes lo ponían en marcha todas las entidades", mantiene Medina. Y añade: "No renuncian a reclutar personal, pero sí a formarlo".
Ambos directores coinciden igualmente al explicar que en sus centros ha habido personas que han echado para atrás su inscripción en algunos másteres, puesto que la empresa donde trabajan ya no se los financia, al tiempo que ha habido otras que, estando en paro, han decidido matricularse a fin de aprovechar el tiempo de desempleo para formarse y encontrar luego un trabajo mejor. Como siempre, de todo hay.
Producir más sin mayor horario
Con las estrecheces económicas de las empresas españolas y los despidos con los que están respondiendo muchas de ellas a la situación, la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles teme que los pasos que se han dado en torno a la conciliación entre la vida laboral y personal en los últimos años en nuestro país sufran una clara marcha atrás.
Por ello ha enviado una misiva a los empresarios a fin de concienciarlos de que "la actual situación económica no debe pasar en ningún caso por un retroceso en materia de conciliación, horarios y flexibilidad laboral", al tiempo que asegura que un alargamiento de la jornada laboral sería contraproducente, pues serviría para agravar la crisis.
La comisión asegura que más horas de trabajo no equivalen a mayor productividad, lo que se demuestra con la estadística que pone a España a la cabeza de la duración de la jornada laboral europea y, a la vez, entre los países menos productivos. Para mejorar estos ratios, dice la entidad sin ánimo de lucro, hay que motivar a los empleados, algo que se contrapone con trabajar más horas. Muy al contrario, hay que optimizar el tiempo, eliminando prácticas improductivas que se consienten en tiempos de bonanza.
Horarios más racionales suponen un ahorro energético en las compañías y, por tanto, un ahorro de costes, la prioridad que se han marcado todas ellas en periodo de crisis. Además de elevar la motivación de la plantilla, que necesita, según la carta enviada a los empresarios por la citada entidad, eliminar la incertidumbre respecto al futuro de sus puestos de trabajo.
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