"EE UU no conoce América Latina"

Claudia Palacios (Cali, 1977) mira con regocijo la carta del restaurante del hotel donde se aloja. "Reducción de garbanzos y setas, suena interesante", bromea mientras decide qué salsa echarle al lomo de atún saignant que va a pedir.

Disfruta. Le estimulan las piruetas de ingredientes de los platos. Porque esta periodista colombiana, la cara más conocida de la CNN en español en EE UU, lleva cuatro años en Atlanta, donde llegó procedente de Caracol Noticias, y añora la sabrosura. "En EE UU todo sabe igual. Aquí, hasta un jugo [zumo] en la calle tiene sabor". Por eso no descarta vivir algún día en Europa ("es más estimulante"), o regresar a su tierra. "EE UU es un país cómodo, fácil para parquear [aparcar], para moverte..., pero no hay suficientes cosas que mirar, oler o tocar".

El rostro de la CNN hispana cree que los latinos inclinarán la balanza electoral

Por eso su madre, cuando va a visitarla, lo hace cargada de "antojitos" para el paladar; o su marido, que vive en Colombia y se reúne con ella cada fin de semana. Palacios conduce uno de los programas líderes de la cadena, el noticiero Mirador mundial, a cuya redacción llegan sabores de su tierra: en vez del sandwich ante el ordenador que constituye el almuerzo habitual en muchos trabajos en EE UU -"¡qué triste!"-, come "colombiano" a diario gracias a la empleada de hogar que la acompañó desde Colombia para cuidar de su hijo, de ocho años. "Frente al computador, sí, pero colombiano", bromea.

La actualidad salpica la charla. De las elecciones de noviembre, y del papel de los latinos, ha venido a hablar en el Festival VivAmérica, celebrado recientemente en Madrid. Porque la estrella televisiva que arrastra una legión de fans, el bellezón cuyas fotos circulan por Internet como cromos por el patio de un colegio ("es halagador, pero lo glamouroso es una parte ínfima"), es una voz muy requerida en foros de debate. "EE UU necesita redireccionar y dar una respuesta rápida a la crisis. El motor de la economía es el consumo, y recuperar el consumo exige una respuesta inmediata".

Hasta aquí el análisis de la periodista. Pero, y la extranjera, ¿qué opina de la cita electoral? "Los hispanos se inclinan por Obama, pero no decididamente: le votarán contra McCain o como la menos mala de las opciones. No van a decidir quién ocupará la Casa Blanca, pero su voto sí puede inclinar la balanza de un lado u otro si la votación está muy reñida". Palacios insiste en la diversidad del colectivo: "Hay muchos votos hispanos: el del chileno o el argentino que llegó a EE UU en los setenta huyendo de las dictaduras; el del profesional, el del trabajador mexicano..."

Palacios, golosa, abre ojos de niña ante la carta de postres. Pero el semifrío de yogur también sucumbe a su análisis. "EE UU no tiene conocimiento de América Latina, es muy triste. A mi hijo le enseñan en el colegio que hay siete continentes: América del Norte, América Central, América del Sur y los otros cuatro", dice indignada. El mal uso del idioma también la enerva. "No soy purista, pero adoro mi lengua. En mi casa sólo se habla español, y del bueno". Por eso le horroriza que su hijo diga cosas como "prender la flema" (de flame, llama, luz en inglés).

Colombia ocupa el lugar del postre. "Resignación no hay. Sí ha habido indolencia, pero se acabó. Colombia es el país con más capacidad de superación del mundo. Y hoy estamos en un punto de no retorno".