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Crisis financiera mundial | Repercusión en los mercados

Caisse d'Epargne pierde 600 millones en Bolsa por operaciones no autorizadas

La agrupación de cajas francesas califica el hecho de "incidente de mercado"

El sistema bancario francés parece bien surtido de ludópatas. En plena crisis financiera, con el Estado corriendo en socorro de los bancos en peligro, algunos operadores siguen apostando a blanco o negro en la ruleta de la Bolsa. Y perdiendo fortunas. El grupo Caisse d'Epargne, formado por las cajas de ahorro francesas, reconoció ayer que perdió hace una semana la friolera de 600 millones de euros en "un importante incidente de mercado". Una operación que recuerda (en términos reducidos, pero en un momento mucho más peligroso) a la protagonizada el pasado mes de enero por Société Générale, a la que el operador Jérôme Kerviel causó pérdidas por cerca de 5.000 millones de euros.

Las autoridades investigan si la entidad respetó los límites de riesgo

En las cajas, un grupo de operadores se habrían saltado los límites establecidos en una serie de operaciones de alto riesgo, justo en el momento álgido de la tormenta financiera, en pleno derrumbe de las Bolsas. "A causa de la extrema volatilidad de los mercados y del hundimiento bursátil de la semana del 6 de octubre, el grupo Caisse d'Epargne tuvo un importante incidente de mercado en la actividad de derivados de acciones que se tradujo en una pérdida aproximada de 600 millones de euros", señalaba escuetamente el comunicado de esta institución que gestiona los ahorros de 27 millones de franceses.

Las pérdidas, añadía el comunicado, se produjeron en una actividad independiente de la tesorería, "no afectan a la solidez financiera del grupo y no tienen ninguna consecuencia sobre los depósitos de los clientes". Caisse d'Epargne asegura disponer de más de 20.000 millones de euros de fondos propios y de una "importante liquidez". El director financiero del grupo será despedido, al tiempo que se impondrán "sanciones" al equipo responsable de estas operaciones, compuesto por una media docena de personas, señalaron fuentes de Caisse d'Epargne.

La ministra de Economía, Christine Lagarde, reconoció que se trataba de una noticia "desmoralizadora" y encargó inmediatamente a la Comisión Bancaria, el organismo dependiente del Banco de Francia que controla la actividad de los bancos, que investigue lo sucedido. Varios inspectores de la Comisión acudieron ayer por la tarde a la sede central de Caisse d'Epargne.

Según fuentes citadas por Le Monde, se trata de saber por qué estas inversiones en derivados de acciones -productos financieros de riesgo- se realizaron a través de CNCE, el órgano de la central del grupo, y no por Natexis, la banca de mercados que comparten las Cajas de Ahorro con las Cajas populares, como hubiera sido lógico. Fuentes bancarias señalan que el operador habría "tomado posiciones" sobre acciones para el mes de diciembre justo antes de que las Bolsas se derrumbaran.

La Comisión bancaria deberá establecer si el banco ha perdido dinero manteniéndose dentro del marco autorizado o si ha sobrepasado los límites de riesgo autorizados. El pasado mes de julio impuso una multa de cuatro millones de euros a Société Générale por las "carencias graves" de sus sistemas de control, que hicieron posible el caso Kerviel.

El grupo Caisse d'Epargne, conocido popularmente como la ardilla, a causa de su logotipo, y Banque Populaire, que federa las Cajas populares, protagonizan actualmente un proceso de negociación con vistas a una eventual fusión. De concretarse la fusión entre los dos grandes grupos mutualistas de Francia, nacería la segunda entidad bancaria del país con más de 40.000 millones de euros de fondos propios y una red de 8.200 sucursales.

Exterior de una oficina de Caisse d'Epargne en París.
Exterior de una oficina de Caisse d'Epargne en París.REUTERS

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